Trabajadoras de la industria textil de Marruecos viajan a España para reivindicar mejoras laborales en las fábricas de Tánger.

12/Abr/2024 | Sin categorizar

Este mes de marzo hemos recibido la visita de dos mujeres representantes de las trabajadoras de la industria textil de Marruecos. Lamyae Azouz, secretaria general de Attawassoul, una asociación que reivindica condiciones laborales dignas para las mujeres trabajadoras de Tánger ha venido acompañada de Nadia, trabajadora de una empresa del sector textil en Tánger que fue despedida en 2022 en un despido masivo que dejó a cientos de familias sin cobertura social ni laboral. Nadia era representante del comité de empresa para defender sus derechos, lo que le ha cerrado las puertas en futuros contratos y se ha visto avocada a trabajar de forma irregular.

Durante su visita, han viajado a las ciudades de Pamplona y Barcelona para dar testimonio directo y compartir su experiencia en la lucha por los derechos de las mujeres trabajadoras de la industria textil en el país vecino. Así, Lamyae y Nadia han mantenido reuniones con agentes sociales de ambas ciudades para crear conciencia sobre los desafíos y realidades a las que se enfrentan las trabajadoras textiles marroquíes, promoviendo un diálogo constructivo y buscando el apoyo de organizaciones, instituciones y de la ciudadanía para fomentar un cambio positivo en la industria textil.

Con esta iniciativa, que ha contado con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Parlamento de Navarra se pretende concienciar sobre las condiciones laborales y los desafíos a los que se enfrentan las personas productoras dentro de la industria textil marroquí, especialmente las mujeres, y visibilizar las luchas sindicales y de derechos laborales en Tánger.

En Barcelona, Lamyae dio testimonio en una reunión en la Federación de ONG del grupo catalán de Empresa y Derechos humanos, formado por diversas entidades que están impulsando la creación de un Centro de Empresa y Derechos Humanos en Cataluña.

La participación en la sesión de trabajo de la Comisión de Convivencia y Solidaridad del Parlamento de Navarra tuvo un objetivo de incidencia política, para concienciar sobre la necesidad de generar cambios estructurales hacia modelos más éticos y sostenibles de producción, que se conviertan en leyes de obligado cumplimiento por parte de las empresas.

Durante la sesión de trabajo de la Comisión de Convivencia y Solidaridad del Parlamento de Navarra

Esto mantiene relación con la Directiva Europea sobre Diligencia Debida de las Empresas en Materia de Sostenibilidadaprobada recientemente por el Consejo de la UE y que pretende ser una herramienta legislativa frente a los abusos sistémicos contra los derechos humanos y el medio ambiente en las cadenas de valor mundiales. Pese a que la directiva supondrá un importante paso adelante en la protección de los derechos humanos y el medio ambiente frente a los perjuicios causados por las empresas, el texto acordado, que todavía debe ser aprobado por el Parlamento Europeo, sufrió un importante retroceso sobre la formulación original y sólo se aplicará a menos del 0.05% de las empresas y actividades empresariales de la UE que suelen entrañar riesgos para el medio ambiente y los derechos humanos. Una vez aprobada, esta directiva deberá ser adoptada por los estados miembros.

Los problemas de la industria textil en Marruecos
Durante una entrevista mantenida con Lamyae Azouz, de la asociación Attawasoul nos reveló los problemas críticos que enfrentan las trabajadoras textiles en Marruecos. Desde salarios injustos hasta condiciones de trabajo deshumanizadas, las mujeres en la industria textil luchan diariamente contra una serie de desafíos que a menudo quedan en la sombra.

Lamyae denunció que en Marruecos se producen varios problemas relacionados con los derechos de las mujeres trabajadoras en el sector textil. Uno de los más importantes es la vulneración de derechos sobre la mujer trabajadora y de los derechos como mujer. “Por ejemplo, si una mujer está casada la empresa no quiere pagar su seguridad social ya que esta es más cara y prefieren a una mujer soltera”, explicó.

A pesar de que cada vez hay más presencia de hombres dentro del sector textil en Tánger, esta es una industria fuertemente feminizada y la presencia de hombres se encuentra principalmente en las altas esferas del poder o en cargos de responsabilidad. La discriminación de género es latente en la hora de acceder a formaciones o promociones salariales y hay muchas empresas que obligan a hacer un test de embarazo a las candidatas antes de contratarlas. La asociación trabaja contra estas formas de discriminación y exclusión contra las mujeres trabajadoras y documenta diferentes casos de acoso y violencia física y sexuales en talleres textiles para que puedan ser denunciadas.

Lamyae señaló también que otro de los problemas de la industria textil en Marruecos son las condiciones laborales. “Hay talleres en garajes, con mucha gente, donde hace calor y no tienen derecho a salir. Solamente pueden ir al baño una o dos veces al día. Tienen que comer rápido y en ocasiones comer donde trabajan por que no hay sitio para comer o descansar tranquilas. Tampoco hay ninguna seguridad dentro de estas fábricas pequeñas o en garajes o sótanos donde hace mucho calor por la maquinaria y por la falta de ventilación”.

Visitando la exposición Tejiendo Conciencia en Pamplona.

Cabe recordar que el 8 de febrero de 2021 las lluvias torrenciales producidas durante la madruga, inundaron las calles sin alcantarillar en un barrio de Tánger e inundó el bajo de una vivienda residencial, donde se encontraba un taller textil clandestino, lo que provocó la muerte de 28 personas, 19 mujeres y 9 hombres, algunos de ellos menores de edad.

Además, Lamyae destacó que otro de los problemas de la industria textil en su país es el abuso sexual. En una industria donde el 80% de las trabajadoras son mujeres y los hombres ocupan los cargos de poder, si son víctimas de abuso sexual “no pueden hablar porque es un tema tabú, para ellas y para sus familias. Saben que no tienen derecho a hablar sobre eso. Si no quieren el trabajo hay un montón esperando fuera.”

Y es que según se desprende del informe publicado por Campaña Ropa Limpia y la asociación Attawasoul “Perfiles y condiciones laborales en el sector textil de Tánger, Marruecos”, en la mayoría de ocasiones estas mujeres son responsables de gran parte del dinero que entra en sus casas, lo que les hace callar y soportar las condiciones en que trabajan, y hace que no compartan las humillaciones que sufren, las amenazas constantes, ni el acoso sexual en el que están expuestas por el simple hecho de ser mujeres.

Desde finales de los años 80, la ciudad de Tánger en Marruecos se ha convertido en un importante centro de costura y confección para España y gran parte de Europa. Se fabrica ropa para todo tipo de empresas, incluidas las grandes firmas con presencia internacional. Se calcula que hay más de 180.000 personas trabajadoras en las más de 300 fábricas y talleres de la principal zona industrial de Tánger, de las que más del 60% cobran menos del salario mínimo estipulado en el Código Laboral y no disfrutan de cobertura sanitaria. Además, tan solo el 56 % de estas personas trabajadoras están afiliadas a la Seguridad Social y entre ellas un 36 % no está declarado por la patronal, o no conoce su situación.

Attawassoul
La Asociación Attawassoul es una de las organizaciones con más recorrido en la defensa de los derechos laborales en el sector de la confección en Tánger. Fundada en 2001 a raíz de un encuentro internacional de la Campaña Ropa Limpia, han sido protagonistas en diferentes luchas obreras en Tánger, para reivindicar unas condiciones laborales dignas. Su tarea continúa a pesar de la represión sindical ejercida contra las trabajadoras durante los últimos años y siguen luchando conjuntamente por la mejora de sus condiciones laborales apostando por la capacitación y por la denuncia de la vulneración de derechos que las trabajadoras sufren de manera continuada.

Desde Attawassoul “apoyamos a las mujeres trabajadoras sobre sus derechos laborales, pero también les ayudamos a luchar por sus derechos como mujeres. Trabajamos con ellas en sus casas para apoyarlas con temas personales. En la asociación les damos clases de alfabetización. También de lengua española, para que cuando vengan los jefes de visita poder entenderles”, indicó Lamyae.

En los medios:
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