Una de las cosas que más llama la atención estos días cuando vemos la tele y escuchamos las noticias o vemos al Comité de Coordinación del Coronavirus del Gobierno en sus ruedas de prensa explicando a la ciudadanía las medidas que se están tomando frente a la pandemia del covid-19 es el lenguaje con utilización de términos asociados a una guerra. Escuchamos hablar de estrategias militares, de disciplina, etc. Incluso ha habido declaraciones donde se comparan a la ciudadanía con soldados, Ni que decir tiene, de impactante, las imágenes de los militares en calles desiertas, supuestamente controlando a las personas para que cumplan el confinamiento.
Es cierto que en estos momentos está decretado un “estado de alarma” y ante la envergadura del problema sanitario debemos tomárnoslo en serio y cumplir el #mequedoencasa, así como dar la bienvenida a toda ayuda, incluida la unidad especial de la UME, su como su propio nombre indica, puede estar justificada para determinadas actividades. Pero nunca con la excusa de la seguridad, el recorte de derechos de la ciudadanía y la vulneración de los derechos humanos.
Pero en este caso el enemigo a combatir es un virus y debido a la globalización sin fronteras. ¿Esto es una guerra? ¿Será que podemos combatirlo con el ejército actual y sus armas, así como con la militarización de la sociedad? ¿O por el contrario esta crisis sanitaria que vuelve a sacar a la luz otras emergencias, como la social, climática, política, etc se combatirá desde una mirada más polisémica y se generarán cambios para que no vuelva a suceder?
Como todos sabemos, no se hace una guerra sin militares y armamento y esto es justamente lo que varias organizaciones venimos denunciando desde hace tiempo, porque ¿Quién hace posible el mantenimiento de las guerras?
SETEM, junto con otras organizaciones, como ODG, FETS, Alternativa Antimilitarista-MOC, Novessendes, Justicia i Pau y el Centre Delàs d’Estudis per la Pau formamos parte de la Campaña Banca Armada, una iniciativa que nació para denunciar públicamente a las instituciones bancarias que financian la industria militar, con el objetivo de sensibilizar y exigir unas políticas éticas y responsables socialmente.
Es una vía de movilización contra el negocio de la guerra, tanto a nivel individual ,colectivo y desde la administración pública, centrada en la sensibilización y denuncia los vínculos existentes entre las entidades bancarias y empresas del sector militar a través de sus inversiones. Por otro lado se promueven alternativas, como las finanzas éticas.
Por esta razón vemos con preocupación que se frenen el avance que se ha dado en estos años en la promoción hacia una mayor coherencia de políticas y una sociedad desarmada y desmilitarizada.
Queremos compartir algunas reflexiones de compañeros del Centre Delás per la Pau que analizan la situación así como su comunicado del Centre Delàs d’Estudis per la Pau con motivo del estado de alarma decretado en España y la crisis del COVID-19. Que en resumen viene a decir que exigimos más seguridad humana y menos seguridad militar; más cuidado a las personas y menos políticas securitarias que pervierten la convivencia.
Ya existen iniciativas internacionales como la del IPB, International Peace Bureau que realizan un llamamiento al G20 a invertir en sanidad en lugar de en militarización. El IPB pide una drástica reducción del gasto militar en favor de la sanidad pública y la atención a las necesidades sociales. Aquí el manifiesto en castellano
Y aquí la Petición en change.org :Invierte en salud en vez de militarización que os animamos a firmar.
Información de Banca Armada:
En marzo Banca Armada ha participado en diferentes Juntas de accionistas de Bancos inversores en armamento para denunciar esta situación: 13 de marzo en la Junta de accionistas del BBVA, 27 de marzo en la junta de accionistas de Bankia. Para ver las intervenciones pincha aquí
Artículos de interés sobre el tema:
“Frente al miedo y la disciplina, que son difíciles de sacudirse una vez terminan crisis así, exijamos una solución civil, horizontal y noviolenta. Defendamos los cuidados, el apoyo mutuo, el bien común y los servicios públicos como garantía de justicia social. Demostremos que no somos soldados, cada una en el puesto que nos ha tocado vivir”.
Quique Sánchez, investigador del Centre Delàs d’Estudis per la Pau, escribe el 24/03 “Matar virus a cañonazos. Sobre el estado de alarma y la respuesta militarista” en Público.
Ver artículo aquí.
“Ante la actual situación de emergencia causada por la pandemia del coronavirus damos todo nuestro apoyo a todas/os las/os profesionales que están luchando contra el COVID-19 y todas aquellas personas que hacen posible la continuidad de nuestras vidas. Así mismo manifestamos nuestra total oposición a cualquier respuesta securitaria y militarista a la actual situación”.
Pere Ortega, presidente del Centre Delàs d’Estudis per la Pau, reflexiona sobre “El coronavirus y las Fuerzas Armadas” en su último artículo publicado en Diario Público el 23/03
Ver artículo aquí
Iniciativa Mesoamericana de Defensoras en Pikara Magazine: Urge frenar el autoritarismo y defender la vida, el cuidado, los derechos y la dignidad humana
Artículo en Pikara Magazine aquí.
