Frente esta emergencia, que el mundo entero está viviendo a causa del COVID-19, vuelve a ser un tema imprescindible poner de relieve la importancia de la Soberanía Alimentaria y la cuestión de repensar nuestro modelo productivo y económico.
En muchos países del mundo se han paralizado todas las actividades no esenciales y muchos mercados de los y las agricultoras también fueron obligados a cerrar. Esta acción no solo crea daños económicos a los y las agricultoras locales, sino que también reduce el acceso público a alimentos sanos y seguros.
Llegan demandas y propuestas de las organizaciones campesinas de todas partes del mundo.
Los y las agricultoras de Perú, declaran que su trabajo es vital para apoyar al país, especialmente en periodos de crisis. Las organizaciones solicitaron al Ejecutivo, en lugar de distribuir un dinero, a adquirir directamente a los y las pequeñas productoras sus productos alimentarios para destinarlos a los hogares más necesitados. El Ejecutivo, frente a esta propuesta, en coordinación con los gobiernos regionales, ha organizado Mercados Itinerantes en todo país a partir del 30 de marzo.
“Se tiene programada la ejecución de unos 900 mercados itinerantes en diferentes regiones del país, que son el resultado de las coordinaciones del Minagri con los Gobiernos regionales, provinciales y locales. Se trata de un esfuerzo del sector Agricultura de apoyar a nuestros agricultores productores y acercar más productos a precios justos para las familias.”Jorge Montenegro,Ministro de Agricultura y Riego de Perú.
Los mercados itinerantes permiten a los y las pequeñas campesinas colocar sus productos frescos, sanos e inocuos, y también favorecer la comercialización directa sin intermediarios.
Más de 150 organizaciones campesinas del Estado Español ya se han aderido a una Carta Abierta pidiendo al Gobierno apoyo a la producción agroalimentaria de pequeña escala y ámbito agroecológico.
La Asociación Rural Italiana (ARI) también planteó varias solicitudes al Gobierno Italiano, como por ejemplo ampliar el apoyo a los y las trabajadoras temporeras y migrantes, reduciendo cualquier iniciativa que retrase la concesión de permisos de residencia. Se denuncian también las dramáticas condiciones de las y los braceros, que viven en barrios marginales en condiciones de higiene precarias. Otra de la demanda es mantener abiertos los mercados rurales, garantizando así el acceso de la población a los alimentos, especialmente de las personas ancianas que tienen más dificultades para acceder a los grandes supermercados.
Os recordamos que vuestro consumo es un acto político y que al hacer la compra en mercados locales, grupos o cooperativas de consumidores, comercio de barrio, etc. eliges alimentos frescos y sanos, que provienen directamente de las y los productores locales. Con tus acciones de consumo apoyaras a las familias productoras, la economía local y el consumo responsable y sostenible. Además evitarás las multitudes y esto reducirá la posibilidad de contagio.
