Covid-19 y Comercio Justo: el Día Internacional del Comercio Justo se celebra desde casa.

01/May/2020 | Noticia

El movimiento del Comercio Justo celebra el segundo fin de semana de mayo de cada año, el Día Internacional del Comercio Justo. Este año es el 9 de mayo. Este año no se podrá realizar por la situación sanitaria actual, aunque desde casa seguimos trabajando en favor del Comercio Justo. Aprovechando este día, nos gustaría realizar algunas reflexiones en torno al mismo y la situación de crisis sanitaria que nos está tocando vivir.

Nuestro movimiento promueve valores humanistas y lucha desde los años 60 por una economía justa, defendiendo los derechos de las personas trabajadoras y productoras. Exige también la Soberanía Alimentaria de todos los pueblos, a través de una agricultura campesina respetuosa con el medio ambiente y los saberes vernáculos. Pensamos que el sistema económico globalizado actual se revela injusto para las personas y destructor para la naturaleza. La crisis del coronavirus que estamos viviendo, refleja las debilidades de esta globalización industrial y alimentaria.  

Numerosos expertos y artículos de opinión demuestran que esta crisis no es solo sanitaria sino sistémica. La interconexión y la interdependencia de los territorios por el capitalismo provocan vulnerabilidad e incertidumbre a las economías locales y las personas. De hecho, las personas más expuestas y afectadas son las empobrecidas que viven del día a día. Actualmente con las medidas de confinamiento global la situación se releva aún más difícil para estas personas. En efecto, la mayoría de estas personas están en los países del Sur, donde una gran parte de la economía es informal y los derechos laborales son casi inexistente. Concretamente, en el sector textil, se traduce por despidos de miles de trabajadoras y trabajadores. Por ejemplo, centenares de miles de obreras del textil de Bangladés han perdido el empleo por el coronavirus. Las grandes marcas anularon pedidos que ascienden a miles de millones de dólares y no han pagado lo producido.

El Comercio Justo en España está generalmente estructurado entre una relación Sur/Norte. Las cooperativas de las personas productoras están en los países del Sur, las importadoras/transformadoras y los puntos de venta a través de tienda o supermercado están en los países del Norte. Toda la cadena está afectada por el riesgo sanitario. En los países del Sur, las situaciones son distintas en función del producto y de las regiones geográficas de producción. La realidad económica y social por las medidas de confinamiento afecta la movilidad de las personas trabajadoras y productoras, limitando la mano de obra y la comercialización de los productos. En Perú y Bolivia, las personas productoras de quínoa no han podido vender su mercancía y en el caso del café  tienen dificultades para realizar la cosecha debido a la falta de mano de obra. También, la situación sanitaria impacta en el suministro y la exportación de los productos. Se ha complicado las exportaciones de bananas por el puerto de Guayaquil, ciudad epicentro de la epidemia en Ecuador. Las normas sanitarias de distanciamiento social están reorganizando las formas de trabajar, reduciendo la productividad e aumentando el coste de producción. En el cultivo de café, el distanciamiento social ha obligado a disminuir el número de personas contratadas y las horas de trabajo para garantizar unas condiciones de salud seguras. En el Norte, muchos puntos de venta están cerrados y numerosas personas están con un paro temporal. Por ejemplo, las tiendas de Oxfam Intermón y de SETEM en Pamplona están cerradas.

Para responder a la crisis sanitaria y la realidad, los actores del Comercio Justo han tomado algunas medidas para apoyar y proteger la vida de las personas trabajadoras y productoras. Primero, se ha respetado las compras con adelantado tal y como establece el principio de Comercio Justo. La mayoría de las organizaciones de pequeños productores de café certificada por FairTrade-Max Havelaar ya han vendido su café. Además, de las medidas sanitarias para proteger la salud de las personas trabajadoras y productoras, vimos localmente iniciativas de solidaridad. Por ejemplo, la Cooperativa de Cafeteros en el sur de Espírito Santo en Brasil han participado en la compra de material médico como guantes, desinfectantes y productos de limpieza. En la India, la Cooperativa Creative Handicrafts ha pagado el 100% a las mujeres productoras y a todo el personal, además está distribuyendo kits de comida a las familias vulnerables. La Organización Internacional de Comercio Justo (WFTO) ha creado un grupo de trabajo específico, para promover la fabricación de mascarillas, dónde están compartiendo especificaciones técnicas y brindando apoyo a quienes las están desarrollando. Esas acciones que surgen desde el Comercio Justo nos permite entrever la capacidad de resiliencia de un sistema basado en valores solidarios y humanistas concretados en los principios del Comercio Justo. 

Aunque todavía no se puede saber todos los impactos futuros del confinamiento global y de la crisis sanitaria sobre las economías y las personas las consecuencias serán seguramente terribles para las personas más pobres y vulnerables. Mirándole a lado positivo, la crisis del Covid-19 nos está enseñando las debilidades, las inconveniencias y lo absurdo del sistema actual. Por ejemplo, mientras que las personas productoras locales tienen problemas para vender sus productos, se está desplazando camiones por todo Europa, recorriendo largas distancias, para suministrar a los supermercados. Además de consumir alimentos con una huella de carbón muy alta, esta forma de consumo enfrenta a muchas personas trabajadoras al riesgo sanitario. Por otro lado, la falta de fabricación propia de material sanitario, como las mascarillas, tan necesarias hoy y que vienen del otro lado del mundo, ha dificultado su acceso por parte del personal sanitario y la ciudadanía e influido considerablemente en la expansión de la pandemia. Estos ejemplos subrayan la necesidad de relocalizar la producción alimentaria e industrial. Estos discursos no son nuevos, el movimiento del Comercio Justo siempre ha defendido el derecho de los pueblos a la Soberanía Alimentaria y aboga por un cambio en las estructuras del comercio internacional. Muchas personas llaman a romper con el sistema capitalista heteropatriarcal insostenible para las personas y nuestro planeta, mientras tanto multinacionales piden moratorias sobre regulaciones ambientales para reactivar la máquina del crecimiento económico.

Apoyamos el comunicado de la Organización Internacional de Comercio Justo que llama a los líderes del G-20 a una transición humanista y ecologista. Queremos que la vida de las personas esté privilegiadas frente los intereses económicos del capital. Por eso, exigimos a los gobiernos y multinacionales responsabilidad y activación de medidas urgentes para paliar el impacto generado por la pandemia del covid-19. Al mismo tiempo, queremos que se tomen reformas concretas y rápidas por un Consumo Responsable Crítico y Transformador poniendo en el centro las preocupaciones de los pueblos y del medio ambiente. Hay emergencia a frenar y proporcionar nuestras sociedades a la realidad del Cambio Climático, porque la crisis ambiental que ya llegó en algunos países será peor a la que estamos viviendo. 

Información relacionada de interés:

http://comerciojusto.org/la-organizacion-mundial-del-comercio-justo-se-manifiesta-ante-el-plan-de-accion-del-g-20-en-respuesta-al-covid-19/
https://fairtrade.es/news/section/es_ES/covid19
https://oxfam.app.box.com/s/tqestpyteheatqbsu9thee7nowoynamw
https://spp.coop/comunicado-covid-19/
http://comerciojusto.org/wp-content/uploads/2018/03/FTAO-y-WFTO-G-20-Covid-19-Fair-Trade-movement-statement-15-April-2020.pdf
Día del Comercio Justo, Pamplona-Iruña.