PRESENTACIÓN EN NAVARRA DEL NUEVO INFORME DE LA CAMPAÑA ROPA LIMPIA DE SETEM CATALUNYA

21/Abr/2021 | Noticia

Presentación del nuevo informe de Campaña Ropa Limpia: Perfiles y condiciones laborales en el sector textil de Tánger, Marruecos”

SETEM Navarra Nafarroa presentará los resultados del informe este Jueves 22 de abril a las 19 horas en Geltoki, antigua estación de Autobuses de Pamplona, con la participación de Aboudker Elkalmichi de la Asociación Attawassoul, organización que realizó el estudio en Tánger.

Tras la presentación se invitará al publico asistente a participar de una mesa redonda con la presencia de José Luis Mariñelarena, coordinador de la Campaña Ropa Limpia de Navarra.

Ver Informe

Ver Vídeo resumen del Informe

La industria textil ocupa a más de 60 millones de personas en el mundo, de las cuales más del 80% son mujeres jóvenes que provienen de zonas rurales, con estudios básicos y que llegan al trabajo sin una idea clara de sus derechos como personas y como trabajadoras. Además, viven con la responsabilidad de tener que enviar dinero a sus familias, a las que seguramente no cuenten en qué condiciones viven, trabajan y se alimentan, ni tampoco comparten humillaciones que sufren, los amenaces constantes, ni el acoso sexual en el que están expuestas por el simple hecho de ser mujeres.

Hace décadas que, desde Cataluña y desde otras comunidades autónomas del territorio español, SETEM y la asociación Attawassoul radicada en Tánger (Marruecos), llevan a cabo acciones de cooperación, sensibilización e incidencia política, denunciando las precariedades y los abusos de poder de la industria textil con el objetivo de articular acciones de cooperación para la justicia social, laboral y medioambiental.

Desde SETEM y nuestra adhesión a la Clean Clothes Campaign, llevamos años denunciando las vulneraciones de derechos humanos, laborales y ambientales que provocan, estructuralmente y globalmente, las desiguales relaciones de poder que se producen entre las principales marcas de ropa del mundo y las personas trabajadoras que forman parte de los proveedores de estas marcas.

Desde finales de los años 1980, Marruecos (y especialmente la ciudad de Tánger) se ha convertido en un importante centro de costura y confección para España y gran parte de Europa. Se fabrica ropa para todo tipo de empresas, incluidas las grandes firmas con presencia internacional.

Dentro del sector textil y de la confección, entre el Estado español y el marroquí se han generado miles de puestos de trabajo, pero las condiciones de vida de las personas que hacen este trabajo han sido siempre de lo más precarias y duras.

Aunque España es el cliente más importante de las exportaciones marroquíes de ropa desde el 2006, año en que el volumen de estas exportaciones alcanzó los 950 millones de euros, las relaciones comerciales en el sector textil han sido marcadas por continuas vulneraciones los derechos humanos y laborales.

Lo más importante que nos ha revelado el estudio es que más del 60% de las personas trabajadoras del sector textil cobran menos del salario mínimo estipulado en el Código Laboral, es decir, sólo el 35% de las trabajadoras del sector ganan igual o más que el salario mínimo. Sobre los resultados de la Seguridad Social: este informe ha puesto de manifiesto que sólo el 56% de las trabajadoras encuestadas del sector textil están afiliadas; además, dentro de este grupo, el 36% no están declaradas por la patronal, y una parte del resto no conoce su situación. En otras palabras, podemos concluir que más del 60% de las trabajadoras del sector textil de Tánger se ven privadas de cobertura sanitaria y de la caja del fondo Covid-19.

Estas injusticias, llamadas “robo salarial”, tienen un impacto brutal en una población que trabaja en condiciones muy malas -espacios reducidos, calurosos, oscuros, que no ayudan al debido cuidado de la salud laboral. Esto, además del sobre esfuerzo, jornadas extensas sin descanso adecuados ni fines de semana libres, lleva a el colectivo trabajador a sufrir diferentes enfermedades propias del oficio.

La presencia de los sindicatos en el sector de la confección de Marruecos es prácticamente inexistente. El hecho de que la mayoría de las personas que trabajan en este sector sean mujeres no ayuda a su participación en las estructuras de los sindicatos, debido a diversos factores. Por un lado, la discriminación que sufren en el acceso a la educación hace que la mayoría de las obreras no tengan las herramientas necesarias para conocer sus derechos y las leyes laborales. Por otro, el cuidado de los niños y niñas y las responsabilidades familiares se suman a las largas jornadas laborales y no les dejan tiempo para las reuniones ni para las actividades fuera del ámbito más inmediato.

Durante la realización de este estudio, los miembros de Attawassoul tuvieron que superar muchos obstáculos, pero no dudaron en seguir haciendo el trabajo necesario para documentar las vulneraciones de los derechos laborales que sufren una parte importante de las personas trabajadoras, y muy especialmente las mujeres, que representan casi el 70% de la muestra de este informe.

El trabajo de campo en los polígonos industriales de Tánger también fue un reto para la asociación y sus miembros. Durante la toma de contacto con las personas trabajadoras en las fábricas textiles para la realización de las encuestas, los encuestadores sufrieron diversos y reiterados conflictos con personas desconocidas (sin ninguna identificación, ni empresarial ni formal) que cuando se dieron cuenta del objetivo de su presencia fuera de las fábricas, hablando con trabajadoras y trabajadores, les ponían todo tipo de obstáculos -a veces con violencia- para impedir la realización de las encuestas y que los empleados participaran.

Esto generó miedo entre las trabajadoras y los trabajadores por que temían perder el trabajo y otras consecuencias. No obstante, el equipo logró llevar a cabo el trabajo y a pesar de la llegada de la pandemia provocada por la Covid-19, que ha generado todo tipo de dificultades económicas, limitaciones de comunicación, de libertad de movimiento y de reuniones entre los miembros, activistas y simpatizantes de la asociación.

Tras las encuestas, había un último paso para cerrar el estudio: un cortometraje testimonial con personas trabajadoras de las fábricas estudiadas y con encuestadores participantes. Cada uno desde su casa grabó su relato al móvil y luego se editaron estos testigos para realizar un documento audiovisual que fuera fiel a las vivencias y realidades vividas durante el estudio y su vida laboral. Todo en un tiempo muy corto y de gran incertidumbre.

Las administraciones y los organismos públicos de los gobiernos implicados en los resultados de este estudio deberían estar mínimamente avergonzados y muy preocupados por permitir que las personas trabajadoras, que son el motor de la maquinaria productiva que genera recursos económicos millonarios, sean víctimas y estén desprotegidas y expuestas a permanentes abusos de poder, salarios por debajo de los mínimos acordados, accidentes laborales por la inseguridad y la insalubridad de las fábricas y sin ningún tipo de apoyo legal.

Todos estos problemas surgen del incumplimiento de las obligaciones legales y jurídicas que los estados han estipulado en sus constituciones y en tratados internacionales bajo los principios rectores de las Naciones Unidas, en los códigos éticos de la Organización Internacional del Trabajo, o en las iniciativas de responsabilidad social empresarial establecidas en los tratados de libre comercio.

Los inversores y los grupos empresariales que gestionan y controlan las marcas de ropa deberían quitarse la máscara que los mantiene distantes, social y jurídicamente, de la responsabilidad que tienen cuando fijan los precios en sus licitaciones, que actúan como generadores progresivos y aritméticos de desigualdades estructurales en todos los niveles de los mercados globales.

Según un estudio de la OIT realizado en 2019, el 80% de los proveedores del textil han tenido que vender por debajo del coste de producción para asegurarse la adjudicación de las licitaciones, lo que ha afectado a los límites legales salariales de los países productores, los cuales, sólo por la presión de los activistas, organizaciones sociales y otros agentes de cambio, han intervenido para que los precios impuestos por las marcas adapten a los salarios mínimos legales de los países proveedores y han conseguido que el 25% de las marcas aumenten los precios de compra, aunque luego tarden más de 12 semanas a aplicarlos.

Las personas consumidoras de la moda “fast fashion” y que se ven atraídas por los bajísimos precios de las prendas de ropa y calzado, rebajas tras rebajas, deberían preguntarse cómo es posible que se puedan conseguir estos precios. Hay que tener en cuenta el coste social y medioambiental que tolera la ciudadanía por “vestirse a la moda” e identificarse con una estética definida por los equipos de marketing y publicidad de las marcas, gastando dinero permanentemente y endeudándose para adquirir semanalmente una pieza de ropa o calzado que no durará mucho porque su calidad es aún más baja que su precio.

El papel de las entidades sociales que luchamos por mejorar las condiciones laborales de las personas que confeccionan nuestra vestimenta y calzado, como la Clean Clothes Campaign, la Campaña Ropa Limpia (en nuestro caso en Navarra), y la asociación Attawassoul (en Marruecos), es el de generar conocimiento para incidir, a través de grupos de trabajo, en las administraciones públicas para que tengan en cuenta esta información a la hora de hacer sus compras públicas (más del 20% del PIB).

Asimismo, luchamos a nivel político y parlamentario para conseguir una legislación nacional que supervise el funcionamiento de las marcas locales en sus negocios en el exterior. En este sentido, hace unos meses se registró la Ley de derechos y empresa en el Parlamento de Cataluña, para asegurar que los derechos de las personas trabajadoras -del país que sea- que operan en las cadenas de distribución de estas marcas estén protegidos por los acuerdos internacionales de debida diligencia y por los tratados vinculantes sobre las responsabilidades que les corresponde asumir como empresas transnacionales.

SETEM Navarra Nafarroa presentará los resultados del informe este Jueves 22 de abril a las 19 horas en Geltoki y acto seguido invitará al publico asistente a participar de una mesa redonda con la presencia de un representante de CRL en Navarra.