Las ONG de Cooperación Internacional al Desarrollo, venimos trabajando en Campañas de denuncia y sensibilización en torno al Consumo Responsable desde hace muchos años. Incluso podríamos decir que antes de hacerse tan popular por estas tierras el ya famoso “Black Friday”. Allá por 2007, en época de vacas gordas, ya salíamos a la calle en fechas prenavideñas denunciando las consecuencias sociales y ambientales de un modelo de consumo compulsivo ajeno a sus consecuencias destructivas.
Lógicamente no somos marcianos y sabemos que comprando satisfacemos parte de nuestras necesidades más vitales y también las sociales, pero nos atrevemos a decir que algunos tipos de consumo, como por ejemplo el de ropa, no es una cuestión de necesidad, cuando según estadísticas un 80% de la que tenemos en nuestro fondo de armario ni la tocamos.
Esa ropa nueva luce estupenda en los escaparates, pero esconde cosas no tan bonitas como son salarios de miseria, falta de libertad sindical, explotación laboral y contaminación que paradójicamente se dan de manera más intensa en los llamados países en desarrollo.
Un desarrollo que difícilmente se va a producir cuando el salario que cobran las trabajadoras del textil en esos países es la mitad del calculado como “salario digno”, siendo este aquel salario necesario para cubrir las necesidades mínimas de cualquier persona.
Pero esto no solo ocurre en países asiáticos como demuestra el último informe de la Campaña Ropa Limpia, donde en Bulgaria, los salarios que paga H&M suponen el 9% de lo que se considera un salario digno medio. Y es frecuente trabajar 12 horas al día, 7 días a la semana. Esto es fruto de los efectos perversos de la globalización, pues la propia Organización Internacional del Trabajo (OIT) ya alerta de los millones de personas trabajadoras pobres que existen en el mundo, en torno a 910 millones y las cifras no paran de aumentar.
Pobres, que por otro lado cierran este círculo vicioso o virtuoso para aquellos que sacan más tajada, del consumo, pues al mismo tiempo son personas consumidoras que exigen precios bajos y que se aprovechan de los descuentos y promociones para no dejar de comprar en esta sociedad de SAN Consumo.
La propia Agenda Internacional 2030, firmada por la mayoría de los países de la ONU y ratificada por estados y gobiernos locales, como el propio Gobierno de Navarra habla del Objetivo de Desarrollo sostenible nº 12 que pide garantizar modalidades de consumo y producción sostenible.
Por esta razón vemos lógicas que las entidades públicas apoyen iniciativas que se dirigen hacia este camino de la sostenibilidad y no entendemos las críticas vertidas desde el sector empresarial navarro hacia campañas como la del #DíaSinCompras en las que su objetivo no es otro sino el contribuir hacia la construcción de este otro modelo de sociedad más equitativa y sostenible. Abogamos por un Consumo Responsable y un Comercio Justo basado en valores donde la ciudadanía no sea tratada como mero cliente, sino que sea consciente de sus derechos como consumidor y pueda ejercer un consumo más consciente, crítico y sostenible.
OCSI, SETEM Navarra-Nafarroa, Pueblos Hermanos