EXPERIENCIAS DE LAS PARTICIPANTES DEL CAMPO DE PERÚ

02/Oct/2022 | Noticia

¨Allí ves las casuchas y piensas ¨quien viviría allí¨, pero luego estás en una de ellas y te notas que vives bien¨.


Hemos pedido a las participantes de los campos de solidaridad de SETEM Navarra-Nafarroa,  Araceli, Idoia y Marijose, compartir sus experiencias de este agosto después de pasar un mes en la Cooperativa agraria Norandino en Piura, Perú, y conocer como se produce y procesa el cacao, café y azúcar de caña ecológico y de Comercio Justo, compartiendo sus vidas diarias con las familias socias.

El Campo de Solidaridad es la parte final de la iniciativa formativa Rueda de Valores que presentamos cada año. El 10 de noviembre iniciamos a nueva edición 2022-2023, con un monólogo de Maider Lazkano en Geltoki.

Araceli Salinas,

La experiencia ha sido muy enriquecedora, hemos conocido a mucha gente y otra forma de vivir, diferente a la nuestra, con mucho menos recursos materiales pero en muchos sentidos, con mejor calidad de vida.

Me he sentido muy privilegiada y un poco avergonzada, como los de Norandino no nos han dejado solas ningún momento, siempre atentos y ocupados para que viéramos cosas.
Las mujeres me han sorprendido mucho. Las imaginaba más sometidas a sus maridos, pero en realidad tenían mucha iniciativa, ganas de luchar y de empoderarse.

Como europea veo que viven muy tranquilos, no saben si mañana van a tener que comer, pero trabajan para comer, para que sus hijos vayan a estudiar. En este mes no he oído gritar a nadie. Trabajan mucho, pero son pausados, nosotros estamos siempre corriendo. Aquí tenemos una perspectiva diferente: trabajamos para tener un coche mejor, irnos de vacaciones, no estamos satisfechos nunca con lo que tenemos.

En alguna comunidad que visitamos, vimos niños participando en un programa de aporte de hierro, comen mucho arroz y muchas papas, pero tienen deficiencia de hierro porque no comen bastante carne. Las casas son pobres y no tienen ventanas, pero en realidad esperaba encontrar más pobreza que la que hemos visto.

En los últimos días, hemos conocido a algunos productores de mango, que no pertenecían a la cooperativa sino que habían oído hablar de ella. Querían empezar a trabajar con la cooperativa, porque vendían un producto muy barato, trabajaban mucho y no tenían rentabilidad.

Muchas personas nos comentaron que estar en la cooperativa les ha cambiado la vida y ha facilitado las cosas. Ellos querían mejorar la producción, la calidad y la comercialización, trabajar juntos con sus destinos, se turnaban para moler la caña y el cacao. La seguridad económica allí depende de la cosecha y del tiempo, así que cierto lo que produzcan van a vender.

Había gente que estaba en Norandino, luego venían otras empresas y les ofrecieron más dinero por sus productos, pero el año siguiente les dejaban tirados. Ellos han entendido que el cooperativismo, el estar unidos, trabajar en común y pertenecer a la cooperativa les da muchas ventajas. La gente con la que hemos estado pertenecía a la cooperativa y estaban muy contentos por el cambio en sus vidas.

Idoia Berrozpe,


He vuelto enamorada de Perú, donde nos han llevado siempre muy de la mano, con gente que sabía que nos iba a cuidar. Allí todo el mundo es superagradable, con ganas de hablar y de darte su opinión. En el fondo somos las mismas personas en distintas circunstancias, pero no son tan diferentes: las inquietudes y las preocupaciones son las mismas. Mucha gente que visitamos en el campo tenía hijos trabajando o estudiando en la ciudad, se sentían bien viendo como los hijos e hijas ya estaban haciendo algo mejor de lo que habían podido hacer los padres.

Su modo de vida me parece bastante satisfactorio, pero el trabajo es duro: si no estás trabajando en el campo, estás haciendo la comida, limpiando, arreglando la huerta. Se levantaban a las cuatro de la mañana. Es fácil decir que es bonito, pero luego hay que hacerlo.

Es un trabajo continuo, todos los procesos que hemos visto son supermanuales, y además realmente cuidan el entorno, que no haya trabajo infantil, se promueva en las instituciones. Allí ves que sirve para algo consumir productos del Comercio Justo.

Allí creen que tienen que hacer algo útil por su pueblo y su ciudad. Allí necesitas una carretera en condiciones, aquí necesitamos otras cosas, pero en el fondo es una mejora para la comunidad. Además, allí se preocupan mucho por el clima y el cambio climático y no contaminar el entorno en el que viven.
Los productores están notando el cambio climático que les afecta mucho. Por ejemplo, si llueve más y está más nublado que antes, el café no va a secar.

Allí tienen muchas menos opciones de contaminar, son pocos quienes tienen su propio coche, comparten el medio de transporte. Tampoco consumen tantos artículos de plástico ni desechables.  Hemos visto que el compostaje y gestión de los desechos orgánicos funciona muy bien, pues todo orgánico va o a la huerta, o a los animales. Tienen el conocimiento y el objetivo de reciclar, pero a nivel estatal o de comunidad no hay una entidad que recoja plásticos.

Me sorprendió que las mujeres estaban bastante metidas en política, una señora que nos acogió en su casa, había estado de alcaldesa o gestora y se presentaba otra vez. Estaba en la campaña electoral, para la primera vuelta de elecciones, el 2 de octubre. Hemos estado con mujeres productoras, una de ellas es miembro de la asociación de voto. He visto a las mujeres ingenieras que trabajan para Norandino en las zonas rurales, asesorando a productores y productoras con enfermedades o aplicación de nuevos métodos para sus cultivos.

Hemos visto algunas chicas jóvenes, que tenían hijos, que estaban separadas o divorciadas o eran madres solteras, se ocupaban ellas mismas también de los hijos. Tampoco estaba especialmente mal visto eso. Y es una cosa que yo valoro positivamente. Aquí también existen prácticas así, la diferencia viene más en la conciencia social.

Marijose Lakidain,

Me ha sorprendido todo: la hospitalidad que han tenido con nosotras y nosotros, el paisaje tan variado, tan rico y tan bonito, la comida y la variedad de frutas que tienen. El Comercio Justo allí ayuda a mejorar vidas de todos los productores al mismo tiempo, no individualmente.

Un productor nos dijo: ¨Norandino nos ha cambiado la vida¨. Para mí lo resume todo perfectamente. Valores que tenían de apoyar a pequeños productores, la igualdad, que haya mujeres también en la cooperativa, que mejoren su producto más y más para exportarlo.

Aprendí a recoger y extender el café, coger y abrir el cacao, coger la caña de azúcar y meterla en la máquina que la trocea y saca el jugo. Antes estos productos solamente comía aquí.
Sin duda recomendaría participar en este campo y en otro similar a cualquier persona, porque abre mucha la mente, aporta mucho, te ayuda a conocer otras culturas y otras formas de vida. La tuya no es la única y tampoco es la correcta. Allí tienen el sentido de comunidad, de la cooperativa, tener poco y ofrecértelo todo, la hospitalidad que aquí nos molesta como nunca tenemos sitio.

Allí hay tantas cosas que te enriquecen y rompen prejuicios: los niños que están felices y juegan en la calle, casas tan abiertas, las opiniones políticas, las mujeres muy empoderadas, la paciencia y tranquilidad. Allí ves las casuchas y piensas ¨quien viviría allí´, pero luego estás en una de ellas y te notas que vives bien. Ahora, que he estado allí y conozco a mucha gente, voy a tener interés especial por este país.

Gilmar Castillo, coordinador del Proyecto de cooperación de la cooperativa agraria Norandino

Somos una organización de pequeños productores en el norte de Perú que agrupa a más de 6500 familias socias que producen café, cacao, té y panela granulada con certificación orgánica y comercio justo y con fines de exportación. En agosto recibimos una visita de cooperación de personas que vinieron desde España para participar en campo con familias socias de la cooperativa. Las ventajas de esta visita fueron el intercambio cultural y la oportunidad de conocer el manejo de los cultivos de cacao, café, azúcar de caña, el procesamiento y la comercialización que realizan los productores.

Lo que buscamos lograr con esta visita es que las visitantes conozcan que hacen los pequeños productores para producir un producto de calidad con certificación Comercio Justo y orgánica. Así mismo le pedimos a la cooperación buscar algunos proyectos para ayudar a las familias en solucionar la parte productiva y el proceso poscosecha. Los últimos años tienen muchos problemas por el cambio climático y mayor presencia de plagas.

Queremos que los y las participantes conozcan los productos y el trabajo social, organizativo y productivo de la cooperativa. La experiencia de las personas participantes de este año ha sido muy interesante, como las y los pequeños productores han podido compartir algunos días con las visitantes, ha sido posible conocer el trabajo que hace la cooperación en cuanto a la promoción de estos productos con certificación de Comercio Justo. Las participantes han podido conocer todas las etapas de producción tanto de café, de panela y cacao, que les va a permitir entender más claro la producción de Comercio Justo que realizamos aquí.