Crónica del Seminario Internacional “Alimentos, Agua y Energía no son mercancía”

18/Nov/2013 | Noticia

Nuestra compañera, Beatriz Fernández, hace una crónica del Seminario Internacional “Alimentos, Agua y Energía no son mercancía” celebrado los días 29, 30 y 31 de octubre en Bilbao.

Beatriz Fernández

Alimentos, agua y energía NO SON MERCANCÍA

Elikagaiak, Ura ta Energia EZ DIRA MERKANTZIAK

No cabe duda de que la actual crisis internacional ha supuesto un gran retroceso en cuestión de derechos, que han pasado de convertirse en una prioridad social a permanecer en un segundo plano. Este gran cambio ha sido muy notable en las grandes empresas transnacionales, que han visto en esta crisis el pretexto para una mayor explotación de los recursos naturales sin valorar los daños, irreversibles en muchos casos, así como la mayor explotación de la fuerza de trabajo, con la consecuente pérdida de derechos de los trabajadores.

En este contexto se produjo en Bilbao los días 29, 30 y 31 de octubre el Seminario Internacional “Alimentos, Agua y Energía no son mercancía – Elikagaiak, Ura ta Energia ez dira merkantziak”. Miembros de organizaciones de trabajadores, movimientos sociales, sindicatos, entidades de cooperación y estudiantes de distintos continentes y países se reunieron en la capital de Bizkaia para aproximarse a este tema, analizar esta crisis y proponer una agenda común con acciones concretas.

La denuncia común de los diferentes grupos y movimientos sociales se basó principalmente en el ya mencionado retroceso en los derechos sociales, las condiciones laborales más precarias, los recursos naturales como mercancía y las violaciones de los derechos humanos. Como señaló Caterina Amiucci de Recommon y Fórum Agua “hoy vivimos en la era del capitalismo financiero donde intercambiar dinero, riesgo y otros productos asociados es mucho más beneficioso para la acumulación de capital que intercambiar los bienes y servicios comerciales”. De este modo, los recursos públicos se extraen para beneficio privado.

Tanto en el Seminario como en la posterior manifestación por las calles de Bilbao hasta la realización de un Tribunal Popular frente al conocido edificio de Iberdrola, no fueron pocos los nombres de las transnacionales a las que los diferentes ponentes y participantes señalaron como culpables y cómplices de este modelo. Además de Iberdrola, BBVA, Repsol, Telefónica, Gas Natural, Endesa o Unión Fenosa han sido algunas de las empresas españolas que han cruzado el charco para maximizar sus beneficios. Juan Hernández, profesor de la UPV-EHU señaló que “no es algo extraordinario la práctica de la transnacional sino que es una lógica de la globalización capitalista que les lleva a actuar con impunidad con cualquier transnacional y en cualquier parte del mundo”. Lo realmente sorprendente es que “disponen de este poder porque no hay controles, los controles que los estados ejercen sobre la transnacional no existen y el derecho internacional de los derechos humanos es frágil, no es capaz de controlar todo ese poder económico de la transnacional que es la suma de las reglas de la Organización Mundial del Comercio, del Fondo Monetario Internacional, de los Tratados de Libre Comercio y de Inversiones, que convierten a estas normas en normas jurídicas muy imperativas, muy ejecutivas”.

En el Tribunal Popular compuesto por numerosos grupos y movimientos sociales, Iberdrola fue declarada culpable de, entre otros crímenes, energía sucia, maquillaje verde, bajos salarios, inseguridad laboral, tercerización, monopolio, colonización, evasión fiscal, destrucción social y ambiental, corrupción y violación de derechos humanos. Este tribunal contó con testimonios de acusaciones en Brasil, México, Grecia o España.

No obstante, a pesar de la importancia y gravedad del tema, no es motivo de pesimismo. En el seminario también hubo motivos de esperanza, con la narración de la victoria ciudadana en Italia por el referéndum para revocar una ley aprobada por el gobierno de Berlusconi que pretendía privatizar el 40% de los servicios de agua potable. Porque la idea que se quiso transmitir es que es necesaria “una solidaridad, una especie de agenda común contra el enemigo común, que en realidad es decir que la solidaridad no es solo acompañamiento, no es solo ayudarnos unos a otros, es más, es una lucha estructural contra un modelo tremendamente depredador”, como señaló Juan Hernández.

Mónica Vargas, del Observatorio de la Deuda en la Globalización, lo dejó claro: “No tenemos opción, tenemos que sacar del mercado la alimentación, las infraestructuras, la energía y la deuda”. La esperanza en esta lucha por recuperar los derechos de la tierra y de los trabajadores está, por lo tanto, en cada uno de nosotros y nosotras: en la lucha social.

Aquí podéis ver un vídeo introductorio y vídeos en streaming sobre las jornadas.

 


 

Ponentes en el seminarioPonentes en el seminario