Ayer tuve un sueño después de haber visto noticias sobre la “emergencia” climática. Era invierno, estaba en Iruña Beach en calzoncillos, comiendo aguacates de mi huerta. Los aguacates eran una especialidad de Navarra, el famoso aguacate de la cuenca de Pamplona, reconocido por toda Europa. Me quejaba siempre del clima de Pamplona, y ahora que pude ver y sentirlo, estoy ansioso porque llegue ya.
Investigando para una estrategia global de calentamiento de nuestro planeta, me di cuenta que tenemos que seguir haciendo lo mismo. Entonces, voy a seguir igual que siempre. Es decir, cogeré mi coche todos los días para ir a la panadería que está a una manzana de mi casa. Tomaré el avión para ir a Madrid a visitar a mi hermana. También me compraré ropa barata y de mala calidad para cambiarla cada mes, para que produzcamos más y más y más y más. Además, me gusta ir a la moda, después de un solo uso ya mi aburrí y quiero otra. Elegiré consumir los alimentos que vienen del otro lado del mundo para tener una huella de carbono muy alta. Como sabéis me encantan los aguacates, los de Chile y los de México son riquísimos.
Continuando con la investigación, aprendí que estamos en muy buen camino hacia una aceleración del cambio climático. El permafrost, es decir el suelo congelado permanente se está derritiendo bajo la influencia del calentamiento global actual. Su deshielo permitirá liberar a la atmósfera toneladas de metano y dióxido de carbono atrapadas desde hace 15 mil millones, acelerando el proceso. ¡Guay, pronto tendremos aguacates navarros!
Tengo que confesaros algo. No os conté la última parte de mi sueño. Casi no tuve tiempo de verlo porque se transformaba en una pesadilla horrible y me desperté. Lo único que pude ver eran paisajes desérticos, agua inundándolo todo, gritos, lágrimas, penurias, enfermedades; resumiendo, era un colapso de nuestras sociedades. No te preocupes, mi sueño no sucedía en Europa, puedes pensar en las compras de las próximas rebajas.
Te contaré más sobre mi sueño si te pasas por la tienda de SETEM, y si estás interesado por el futuro de nuestro planeta, compra con sentido, compra aguacates de Granada y de Málaga. Tu nieto te lo agradecerá.
Rémi Brard (SETEM)
* Este texto surge de un proyecto de sensibilización sobre el comercio justo y el consumo responsable de SumaConCausa, OCSI, Pueblos Hermanos y SETEM.
