De cara al 25N, Día Internacional contra las Violencias Machistas, desde SETEM Hego Haizea queremos indagar en la influencia que ejercen las violencias machistas en nuestro consumo de ocio, partiendo de la tercera fase de la investigación «¿Consumimos violencia?». A continuación, analizaremos once situaciones diferentes.
Situación (VIII)
Que el sistema de ocio capitalista excluya formas de ocio que no generen beneficios económicos… ES VIOLENCIA.
¿Qué hay detrás? (VIII)
En la sociedad capitalista, el ocio se promueve principalmente en su vertiente mercantilizada, limitando el reconocimiento y la visibilidad de actividades de ocio que no impliquen consumo.
El ocio se convierte en una mercancía más, algo que se compra y se consume, y cuya existencia está vinculada al flujo económico. Esto implica una exclusión de aquellas formas de ocio que no producen beneficios directos o inmediatos para el mercado.
Las actividades recreativas que no generan dinero, como el arte comunitario, las reuniones sociales informales, el tiempo libre compartido en espacios naturales sin costos asociados, o las prácticas culturales alternativas, tienden a ser invisibilizadas o incluso deslegitimadas dentro del sistema capitalista. La promoción del ocio capitalista no solo marginaliza estas actividades, sino que crea un entorno donde lo que no genera beneficios monetarios es percibido como inútil o irrelevante.
Fuente: «¿Consumimos violencia? Fase III» (pág. 35)
¿Quieres saber cómo influyen las violencias machistas en el ocio desde una perspectiva feminista interseccional? Si quieres saber más al respecto, puedes consultar la tercera fase de la investigación «¿Consumimos violencia?» en el siguiente enlace:

CONSULTA AQUÍ TODOS LOS CASOS:
- Situación (I)
- Situación (II)
- Situación (III)
- Situación (IV)
- Situación (V)
- Situación (VI)
- Situación (VII)
- Situación (VIII)
- Situación (IX)
- Situación (X)
- Situación (XI)