El 12 de octubre debe ser recordado simbólicamente como la fecha en la que da comienzo un periodo histórico, que, si bien ya había empezado a sentar sus bases antes, concluye con la mundialización del capitalismo, sus valores y estructuras sociales y económicas. Una fecha que abre un período de vulneración de derechos humanos y que asienta nuevos mecanismos de explotación que antes no existían (existían otros). Una fecha que nos recuerda el genocidio cometido con los pueblos indígenas de América y también de otras partes del Mundo.
Por eso, en SETEM, lejos de celebrarlo, queremos que el 12 de octubre sea un día de reflexión colectiva; un día en el que reivindicamos, con más fuerza si cabe, que es posible construir otro mundo desde lógicas feministas, desde la diversidad y la horizontalidad, cuestionando el desarrollismo, reivindicando las posibilidades analíticas y de acción que se abren desde las teorías decrecentistas que ponen la vida en el centro. Por eso, aprovechamos este día para poner en valor las propuestas en torno a un consumo crítico, responsable y transformador que posibilitan la construcción de un mundo donde los derechos humanos individuales y colectivos, así como el respeto a la naturaleza, priman en las relaciones entre personas, pueblos y culturas.
