Jornadas “Armas Eusko Label para la guerra”

16/enero/2019 | Noticia

En Euskal Herria se produce algo más que alcachofas, alubias, patatas y pimientos. En Euskal Herria se producen armas, armas para la guerra, armas que matan. Armas con Eusko Label. Por eso, los colectivos abajo firmantes organizamos del 22 de enero al 2 de febrero las jornadas “Armas Eusko Label para la guerra”. Mira la interesante programación y anímate a participar.

Además, firmamos el siguiente texto:

La industria militar vasca factura anualmente más de 500 millones de euros. En la actualidad hay más de un centenar de empresas vascas que dedican parte o toda su producción a fines militares, siendo algunas de ellas las principales productoras de los sectores militares españoles:
– ITP, y AERNNOVA en el Aeroespacial.
– SENER en Misiles y Electrónica militar.
– SAPA en Carros de Combate y Vehículos militares.
– DASSAULT y TURBOMECA en Iparralde.

Más del 80% de su producción se dedica actualmente a la exportación:
– La mayoría a países europeos, que luego las utilizan en las operaciones de guerra de OTAN, UEO… o de los “ejércitos pacificadores”
– Pero otra parte se exporta a países en conflicto, como Arabia Saudí, Turquía, Israel, Egipto…

Los colectivos abajo firmantes, queremos denunciar la implicación e hipocresía de instituciones públicas y privadas vascas como:
– de la universidad, que abre sus centros educativos universitarios y de formación profesional a la investigación y producción militar;
– del Gobierno Vasco, que apoya y aprueba -y financia con nuestros impuestos- presupuestos oficiales con incrementos continuos en gasto militar y cuantiosas subvenciones y ayudas a la industria militar;
– de las entidades bancarias que financian e invierten en la industria de armamentos;
– de los representantes de partidos políticos que alaban, prestigian y reconocen socialmente a los empresarios que invierten e impulsan el sector militar

Queremos hacer una llamada también a la ciudadanía a reflexionar en torno a esta complicidad con la guerra y a tener una actitud crítica hacía la misma:
– ¿Cómo es posible que un equipo de fútbol vasco, la Real Sociedad, tenga un presidente que mercadea con la muerte desde su fábrica de carros de combate?
– ¿Cómo es posible que los empresarios dueños de estas fábricas (familia Sendagorta, familia Aperribay… reciban premios y distinciones de instituciones pública y privadas?
– ¿Sabemos en qué invierte la banca nuestros ahorros y nóminas?
-¿Exigiremos a las empresas armamentísticas que cambien su producción por otra que no genere muerte?

El negocio de la guerra tiene fatales consecuencias en las vidas de millones de personas provocando muerte, destrucción y desesperación allí donde caen. Las mujeres, las niñas y niños son las principales afectadas, siendo la violencia sexual sistemática arma de guerra y de destrucción de comunidades.

La media anual de muertes por conflictos armados está en torno a las 150.000 personas. 70 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares para salvar la vida. Una (mínima) parte de los que huyen se embarca en tránsitos cada vez más largos y peligrosos en los que perecer en el intento se ha convertido en una constante (se calculan un mínimo de 2.000 personas muertas en el Mediterráneo en 2018). Y, si logran llegar al norte global, el panorama no es más halagüeño: criminalización, persecución, pobreza extrema…

Nuestro derecho al trabajo no puede estar por encima del derecho a la vida y a la libertad de otras personas. Esto es incuestionable. Exigimos por tanto la reconversión de la industria militar vasca en producción para el uso civil, atendiendo a criterios éticos, sostenibles y solidarios, que busquen reconvertirnos también en una sociedad en la que la vida de las personas esté en el centro.

Exigimos también a las instituciones vascas una acogida real para todas las personas que llegan a nuestras tierras, con políticas que garanticen una integración real a todos los niveles. Si nuestras bombas son responsables de que miles de personas se vean obligadas a desplazarse de forma forzosa, tenemos el deber de construir ciudades y pueblos de acogida.

Askapena, Bake Ekintza Antimilitarista, Bardenas Libres, Emakumeok Gerraren Aurka, Gasteizkoak, Greenpeace, Iruña Harrera Hiria, KEM-MOC, La Guerra Empieza Aquí, Ongi Etorri Errefuxiatuak, OXFAM Intermon, SETEM.