Zara, H&M, Levi’s, Diesel o Lee están bajo presión por el informe que presenta Campaña Ropa Limpia que revela que se siguen desgastando vaqueros utilizando la técnica mortal del Sandblasting en fábricas proveedoras de Bangladesh
La Campaña Ropa Limpia, coordinada a nivel estatal por SETEM, presenta el nuevo informe “Vaqueros mortales” que demuestra que en las fábricas de Bangladesh que producen ropa para la exportación al mercado europeo se sigue utilizando la técnica del sandblasting poniendo en grave riesgo la vida de las personas trabajadoras que son expuestas a contraer graves enfermedades pulmonares, entre ellas silicosis.
El sandblasting se ha convertido en el método principal para el acabado de la mayoría de los vaqueros que ofrecen un look “desgastado”. El envejecimiento artificial del vaquero se consigue proyectando chorros de arena a alta presión sobre la tela vaquera.
La investigación de terreno revela que, pese a que muchas marcas internacionales como Zara, H&M, Levi’s, Diesel o Lee hayan prohibido la técnica del sandblasting en sus cadenas de producción desde que se iniciase hace un año la campaña internacional “No-sandblasting”, lo cierto es que no parece que hayan adoptado las medidas preventivas y de seguridad necesarias para que la prohibición sea efectiva.
El informe descubre que independientemente de si una marca ha prohibido o no el uso de la técnica del sandblasting se sigue utilizando – tanto de forma manual como mecánica – en las fábricas de Bangladesh. La investigación demuestra además que el riesgo de contraer silicosis no se circunscribe sólo a la técnica manual sino también a la mecánica, porque no se aplica el chorro de arena en compartimentos perfectamente estancos, la maquinaria utilizada es vieja y no existen o no se usan los equipos de seguridad necesarios para proteger a los/as trabajadores/as de la inhalación de polvo de sílice.
Las personas trabajadoras entrevistadas declararon que pueden llegar a realizar turnos de hasta 12 horas al día en salas llenas de polvo, con poca ventilación y sin protección adecuada de seguridad. Muchas de las personas entrevistadas sufrían constantes ataques de tos y dificultades respiratorias. También afirmaron que a menudo la producción se lleva a cabo por la noche para evitar las visitas de los auditores. La mayoría conocía a personas que ya habían enfermado.
El informe recoge testimonios de personas trabajadoras que han recibido instrucciones de utilizar sandblasting para cumplir con los plazos exigidos por las empresas clientes, aunque estas lo hayan prohibido expresamente. El dueño de una de las fábricas declara que le es imposible cumplir con los diseños demandados sin recurrir al uso de sandblasting.
El informe también pone de manifiesto la falta de atención médica proporcionada a los/as trabajadores/as que han contraído la enfermedad en Bangladesh y las dificultades que existen para conseguir el diagnóstico y tratamiento adecuados, en parte debido a la falta de conciencia por parte de los/as profesionales médicos a la hora de vincular la enfermedad de silicosis con la industria de ropa.
En la mayoría de las fábricas investigadas ha quedado patente que la repercusión de la prohibición ha sido irregular, la supervisión escasa y las medidas adoptadas hasta ahora han sido burladas ampliamente. El informe demuestra que no basta con la prohibición voluntaria de las empresas para lograr que los/as trabajadores/as dejen de enfermar e incluso morir de silicosis.
“Es alarmante que la moda siga cobrándose vidas de personas trabajadoras por desgastar vaqueros casi una década después de que los/as médicos/as turcos/as diesen la voz de alarma por el elevado número de casos de silicosis entre las personas trabajadoras de la industria de ropa en Turquía”, dijo Eva Kreisler, coordinadora estatal de la Campaña Ropa Limpia, “las marcas de moda tienen todavía mucho margen de actuación para erradicar esta técnica y evitar más muertes”.
Recomendaciones:
La red internacional Campaña Ropa Limpia plantea una serie de recomendaciones que tanto las marcas como los gobiernos y organismos internacionales deberían adoptar para poner fin al uso del sandblasting en la industria de ropa.
Así, las empresas deberían revisar sus diseños y plazos de producción para permitir a los proveedores cambiar a otras técnicas de acabado de vaqueros. También deberían trabajar estrechamente con los sindicatos locales y organizaciones de defensa de los derechos laborales para garantizar que la prohibición se respeta.
Los gobiernos de los países productores deberían prohibir el uso de esta técnica y los de la Unión Europea deberían introducir una prohibición de importación de los productos que hayan sido sometidos a sandblasting. Además, la Campaña Ropa Limpia promueve que la industria de ropa sea incluida en el Programa de Erradicación Mundial de la Silicosis de la Organización Mundial de la Salud / Organización Internacional del Trabajo Internacional y la puesta en marcha de un programa específico para Bangladesh.