La Campaña Ropa Limpia, que lidera SETEM en el Estado Español, quiere mostrar su repulsa por la tragedia evitable del edificio Rana Plaza (Bangladesh) y acusa a las marcas por su incapacidad para evitar una vez más estas muertes de personas trabajadoras que confeccionan su ropa. Las marcas deben dar un paso al frente, asegurarse de que se tomen medidas inmediatas y pagar sin demora las indemnizaciones en un fondo de compensación para las víctimas y sus familias. También deben comprometerse a prevenir futuros desastres.
La cifra total de compensación es probable que sea más de 30 millones de dólares, además de los costes médicos de emergencia posteriores al derrumbe. El número de muertos, casi cercano a los 400, parece probable que aumente dramáticamente porque según apuntan muchos medios de comunicación de Bangladesh, todavía hay 1.000 personas que siguen en paradero desconocido.
Nuestros compañeros y compañeras en Bangladesh han expresado su preocupación por la mala gestión de las autoridades bangladeshís que están llevando una mala contabilidad del número de personas muertes y heridas, lo que puede producir que al final muchas muertes no se registren.
La CRL está en contacto con todas las marcas cuyos nombres están vinculados a una de las cinco fábricas que producían su ropa en el edificio para verificar los detalles de su producción. Cinco marcas han confirmado su producción: Bon Marche (Reino Unido), El Corte Inglés (España), Primark (Reino Unido / Irlanda), Mango (España) y Joe Fresh (línea de ropa en Loblaw, la mayor cadena de supermercados de Canadá). Probablemente estas no sean las únicas. Según datos de importación, etiquetas y demás documentación encontrada en el propio edificio por activistas locales señalan a otras marcas internacionales: Benetton (Italia), Cato Fashions (EE.UU.), Children’s Place (EE.UU.), Carrefour (Francia). Hasta ahora todas niegan que se haya producido la ropa allí o directamente no han respondido.
La CRL pide a todas las empresas que están dentro de la producción de la ropa textil que hagan todos los esfuerzos posibles para mitigar el dolor y el sufrimiento de las víctimas, y especialmente espera esta tragedia suponga un punto de inflexión y se eviten más muertes.
Ineke Zeldenrust de la Campaña Ropa Limpia, dice: “Las marcas ya no pueden justificar la demora en la firma “Bangladesh Fire and Building Safety Agreement” (programa para la mejora de la Seguridad en las fábricas de Bangladesh). Desde el incendio de Tazreen (noviembre del año pasado), donde 112 personas perdieron la vida, las marcas han llegado con propuestas insuficientes, tales como vídeos de seguridad (H&M) o unas clases de seguridad (Wal-Mart). ¿Cuánta seguridad tiene un vídeo si luego hay grietas en los suelos o no existen salidas de emergencia? Los trabajadores y trabajadoras necesitan una solución estructural, no una solución rápida. Esta falta de una acción inmediata y contundente para afrontar este tipo de problemas equivale a una negligencia criminal“.
Todas las marcas involucradas deben enviar con urgencia un representante a Bangladesh para reunirse con los sindicatos y las organizaciones de trabajadores que trabajan directamente con las personas trabajadoras afectadas y llegar a un acuerdo sobre los próximos pasos. Deben trabajar con la Cruz Roja y otras agencias apropiadas para asegurarse de que las personas heridas reciban atención médica adecuada y proporcionar acceso a la ayuda financiera para las personas afectadas.
Las marcas también deben utilizar la influencia que tienen con el gobierno de Bangladesh para que este gobierno actúe con la debida diligencia y apoye la llamada de los sindicatos locales para tomar medidas extraordinarias y de este modo hacer frente a la catástrofe. Es esencial que las marcas involucradas trabajen juntas que el registro de personas fallecidas y supervivientes sea detallado y que las familias personas fallecidas tengan rápidamente una compensación por dicha tragedia. La tragedia del edificio Rana Plaza destaca una vez más el fracaso de los programas de auditoría social de las empresas. Dos de las fábricas habían sido auditadas por la Business Social Compliance Initiative (BSCI), y muchas de las otras marcas tienen planes de auditoría en el lugar. A pesar de los repetidos incendios y derrumbes en Bangladesh, las marcas siguen confiando en las auditorías de estas compañías que una vez más demuestran su ineficacia.
Por lo tanto, se deben tomar medidas cuanto antes para revisar la seguridad de todos los proveedores en Bangladesh para evitar nuevas tragedias. La manera más efectiva de hacer esto es que todas las marcas y los minoristas que compran en Bangladesh firmen y apliquen inmediatamente el “Bangladesh Fire and Building Safety Agreement” (programa para la mejora de la Seguridad en las fábricas de Bangladesh). El Acuerdo, elaborado por sindicatos de Bangladesh y sindicatos mundiales y organizaciones de derechos laborales, exige que se realicen inspecciones independientes en las fábricas proveedoras, información pública y transparente, capacitación y ensayos en caso de accidentes como incendios o derrumbes, y que las reparaciones y renovaciones de licencias sean obligatorias. Este plan incluye también mayor poder para los sindicatos, tanto en la supervisión y como ejecución del acuerdo, incluida la creación de comités de seguridad compuestos por personas trabajadoras. También se tiene en cuenta la necesidad de contratos de proveedores con una buena financiación y que fijen unos precios justos, y un contrato vinculante para que se cumplan estos compromisos.
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Etiqueta de El Corte Inglés encontrada en la tragedia