24 de noviembre. Black Friday, Viernes Negro. Los escaparates de las tiendas, tanto físicas como online, se llenan de llamativos mensajes repletos de grandes descuentos y ofertas que impulsan a un consumo casi desaforado, inconsciente. Se acerca la Navidad y parece imprescindible aprovechar este día (que, desde hace tiempo, se extiende incluso durante toda la semana) para comprar de todo y a toda costa.
Como respuesta a esta fiebre consumista, Ted Dave, un artista canadiense del entorno publicitario, ideó, en 1992, el Día Mundial sin Compras (BND, las siglas en inglés del “Buy Nothing Day” o “Día de No Comprar Nada”). Apoyado desde el principio por diversas asociaciones y activistas sociales en EEUU y Canadá (donde nació el famoso Black Friday) y, cada vez, en más países del mundo, el objetivo es conseguir que, durante 24h, no se compre absolutamente nada para mostrar el poder real que tenemos como consumidores.
Pero, ¿y si en lugar de por un #BlackFriday o un #DíaSinCompras apostamos por un #FairFriday? Un “viernes justo” en el que promover una reflexión sobre otras formas de producir y de consumir, sobre cómo crear redes alternativas de intercambio que favorezcan realmente a las personas por encima de los beneficios económicos de las empresas.
Se ha demostrado que el modelo actual es insostenible y, por ello, cada vez somos más los que buscamos formas alternativas de hacer las cosas. ¿Te animas a practicar alguna de ellas?
- Tendemos a consumir más de lo que realmente necesitamos. Y, a las tres famosas erres (Reducir, Reutilizar y Reciclar), podemos sumarle la que nos ayuda a llevar a cabo el resto: Reflexionar.
- Infórmate sobre lo que hay detrás de tus compras (dónde se produce, en qué condiciones, con qué material está hecho, qué impacto tiene en la comunidad en la que se fabrica…)
- ¡Elige Comercio Justo! Nuestro consumo puede construir historias positivas o perpetuar realidades de explotación. Si no puedes pasarte por nuestra tienda de la calle Gaztambide 50, te recordamos que puedes hacer tu compra online aquí. Y, si quieres saber dónde tienes la tienda de Comercio Justo más cercana, consulta el listado de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.
- Participa en acciones de denuncia. Las personas consumidoras tenemos más poder del que pensamos. Por ejemplo, la Campaña Ropa Limpia, centrada en mejorar las condiciones laborales en el sector textil, suele lanzar recogidas de firmas con las que presionan a las empresas para conseguir cambios en su forma de funcionar.
- Consume productos ecológicos, apuesta por los comercios de tu barrio, participa en grupos de consumo…
- ¿Y qué hay de nuestro “consumo financiero”? Solemos guardar o invertir nuestro dinero y nuestros ahorros en bancos poco transparentes con sus acciones. ¿Conoces las finanzas éticas? Puede ser un buen momento para asomarte a esta alternativa.
Y recuerda, no es necesario hacerlo todo ni a la vez: cualquier acción, por pequeña que sea, siempre suma. ¡Aporta tu granito de arena!
