Marianela Gallardo y Paloma Paniza, voluntarias del campo de solidaridad con CIRCA en Arequipa (Perú) en septiembre y octubre 2010.

Allí trabajamos en los colegios que CIRCA tiene repartidos por los barrios más marginales de la ciudad. Nuestro trabajo durante las mañanas consistió en realizar un taller de higiene con los más pequeños. Tratábamos mediante juegos, canciones y videos la importancia de la higiene personal y dental; así como prevención de enfermedades con las más mayorcitas.

Durante las tardes nuestro trabajo consistía en dar apoyo escolar a los niños acogidos en los Suma-Wassi.

Esto fue lo más gratificante.

Son niños muy especiales con una característica en común, crecen sin sus padres y todos tienen una historia difícil a sus espaldas.

A pesar de eso o debido a ello, son niños que se caracterizan por su nobleza y por el amor que ofrecen. Aquí la timidez no se sobrepone al cariño y sobre todo a la educación, la cual se aprecia en todos ellos gracias a la labor de CIRCA.

 El cariño, la educación y la naturalidad es lo que mejor los define.

 Nuestra experiencia fue maravillosa.

Lo que más nos sorprendió fue el sentimiento tan fuerte de protección que nace desde el momento en que los conoces. La unión que surge tan pronto, el cariño, la paz que se siente cuando estás con ellos…en definitiva, el amor.

Aunque no cabe duda de que es una experiencia en la cual la parte más beneficiada son los propios voluntarios… y aunque todos sabemos que nuestro viaje no va a ser la solución a ninguno de sus problemas; sí creemos que es positivo para los niños el seguir conociendo a gente que le hable de la existencia de un mundo y una realidad tan diferente a la suya…tan lejana…; para que amplien su conocimiento, abran caminos en su mente y les sirva para ponerse  nuevas metas.

Lo peor de todo, ser conscientes de que estos niños viven en la mayor de las pobrezas, la falta de amor.

Lo mejor, que ahora somos mucho más, ahora tenemos el recuerdo de sus risas.