SETEM volvió a participar entre los meses de marzo y abril, un año más, en las acciones de denuncia que la Campaña Banca Armada realiza en las juntas de los bancos españoles que más invierten en armas: BBVA, Banco Santander, Banco Sabadell y CaixaBank.
Durante el período 2019-2021 estas cuatro entidades bancarias destinaron más de 11.000 millones de euros a financiar empresas de la industria armamentística, responsables de la fabricación de armamento nuclear y de la militarización de las fronteras europeas.
España no ha ratificado el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, pero dejar de financiar las empresas que producen este tipo de armamento y apostar por el desarme nuclear es un imperativo moral, sobre todo en el contexto que estamos viviendo donde se está incrementando de forma vertiginosa la amenaza de una guerra nuclear.
En cambio, denunciamos hechos como que una entidad como Banco Santander se sitúe entre los 10 bancos europeos que más invierten en empresas que fabrican armamento nuclear. Entre 2019-2021, esta entidad invirtió un 174% más que en el periodo anterior en lo que refiere a inversiones en empresas que fabrican armas nucleares. En el caso del BBVA el incremento fue del 20%.
Otro aspecto denunciado ante estas entidades ha sido su implicación en el sistema de militarización y securitización que tenemos instalado para proteger las fronteras europeas. A través de la financiación de empresas como Grupo Eulen, ATOS, Accenture o Indra, beneficiarias de los principales contratos para el mantenimiento de la Europa Fortaleza, estos bancos hacen posible que se reciba de forma inhumana y se vulneren de forma sistemática los derechos de las personas refugiadas y migradas.
Una acción de calle en Barcelona puso fin a estas acciones de denuncia. Con el objetivo de denunciar la grave crisis humanitaria provocada por el conflicto armado, las activistas representaron a un grupo de personas refugiadas que huyen de su país de origen en busca de paz y de oportunidades de futuro. Durante lo que llamaron el “recorrido de la vergüenza”, pasaron por sucursales de las cuatro entidades bancarias en cuyas juntas de accionistas participó Campaña Banca Armada.