H&M estrena colección «Moda consciente» mientras obreras camboyanas se desmayan por duras condiciones laborales

25/Mar/2013 | Noticia

La campaña publicitaria «Conscious Collection» lanzada por H&M hace una semana contrasta con la realidad de las condiciones de trabajo en las fábricas de ropa de Asia. Sólo en Camboya al menos 2.900 trabajadoras se desmayaron durante las horas de trabajo entre 2011 y agosto de 2012, centenares de ellas trabajaban en fábricas proveedoras de H&M. Salarios de miseria provocan que las trabajadoras no se alimenten bien.

La red internacional Campaña Ropa Limpia, que lidera SETEM en el estado español, exige a las empresas líderes del sector que paguen salarios dignos. Y hace un llamamiento a las personas consumidoras para que presionen a H&M y otras empresas de moda firmando la petición online en la web internacional de la campaña No more excuses.

¿Como puede ser una colección de ropa consciente cuando la empresa que la produce no paga salarios dignos a sus obreras/os? «Nuestros clientes son el núcleo central de nuestro negocio. Su interés por la sostenibilidad va en creciente aumento y deseamos que se sientan seguros de que todo lo que adquieren en H&M ha sido producido con el mayor respeto social y medioambiental posible»,  explica Karl Johan Persson, presidente de H&M. Atractivas palabras si no fuera porque en Camboya centenares de trabajadoras mal alimentadas y extenuadas por las largas jornadas de trabajo se desvanecen en masa. ¿Quién puede creer entonces al Sr. Persson cuando miramos a estas condiciones de trabajo deplorables? Ciertamente no las personas consumidoras informadas. Por esta razón la Campaña Ropa Limpia internacional lanza una contra-campaña publicitaria que señala con el dedo la contradicción entre las declaraciones de H&M y la realidad.

Con una cifra de negocios de 16.389 millones de euros y un beneficio neto de 1.963 millones de euros en 2012, H&M tiene capacidad para pagar lo suficiente a sus obreras/as en Asia para que puedan alimentar adecuadamente a sus familias. El compromiso de pagar salarios dignos por parte de las mayores empresas de ropa lanzaría una señal positiva al resto de la industria. En Camboya los sindicatos pelean porque el salario pase de 61 a 150 dólares. El 21 de marzo, el nuevo salario mínimo legal se fijó en 75 dólares. Sin embargo, según la Alianza Por un Salario Digno en Asia (Asia Floor Wage Alliance), una trabajadora camboyana y su familia necesitarían al menos 274 dólares para cubrir sus necesidades básicas, es decir casi cuatro veces más que el nuevo salario mínimo.

Junto con H&M, Inditex, Gap y Levi’s forman parte de los principales compradores de la floreciente industria textil de Camboya. Estas empresas tienen los medios para mejorar las condiciones de trabajo y de vida de las trabajadoras de ese país. Y nosotros/as, como consumidores y consumidoras, tenemos la posibilidad de ejercer la presión necesaria firmando la petición internacional de la Campaña Ropa Limpia.