Nuestros ahorros se están utilizando para contribuir a la industria armamentística. Así que pueden estar manchados de sangre, del dolor y muerte de mujeres, niñas y niños, personas civiles. Suena duro, ¿verdad? Pero por desgracia no es el argumento de una película catastrofista. Sin saberlo, puede que en el último bombardeo en Gaza o Ucrania se hayan utilizado proyectiles en los que nuestro dinero ha intervenido en su financiación a través de las entidades financieras donde está depositado.
El mercado armamentístico mueve a nivel global 640 millones de armas, y cada año se fabrican 84 millones más y la mayor parte de las empresas se encuentran en el Norte Global. Por mostrar un dato a nivel nacional la banca ha destinado 8.686 millones de dólares a 9 compañías que han fabricado armamento que se ha exportado a Arabia Saudí y Emiratos Árabes, países implicados en la guerra del Yemen.
¿Cómo podemos intervenir para romper esa cadena que une a los bancos con la guerra? Desde el Consumo Crítico, Responsable y Transformador. Es decir, eligiendo entidades que no contribuyan con sus inversiones a la industria armamentística y exigiendo a aquellas que si lo hacen a no invertir en las mismas. Pensando en construir una economía y unas relaciones internacionales para la paz y no para la guerra.
Así la Campaña Banca Armada denuncia las relaciones que mantienen los bancos con la industria de las armas en general. En su edición más reciente, más en concreto a aquellas entidades que hacen negocio con empresas fabricantes de armas nucleares y con aquellas que venden sus productos armamentísticos a estados que vulneran los Derechos Humanos. Un ejemplo es como en 2024 la campaña Banca Armada y el Movimiento de Solidaridad con Palestina, participaron en las Juntas de Accionistas del Banco Santander y de Caixabank, en representación de accionistas críticos que previamente les habían delegado el voto.
Los activistas denunciaron la financiación de ambos bancos a empresas relacionadas con fabricación de armas, también nucleares, y el negocio de las fronteras. Destacaron, además, la vinculación del Banco Santander con el genocidio que está llevando a cabo en Gaza.
Aunque Banco Santander asegura apoyar la inversión siguiendo valores sociales, ambientales y de desarrollo sostenible, el informe Untenable Investments publicado por ‘Don’t Bank on the Bomb’ demuestra que el Santander, por ejemplo, concedió, entre 2021 y 2023, al menos dos mil millones de euros en préstamos a al menos 3 empresas armamentísticas que ahora contribuyen y se están beneficiando de la guerra contra Gaza.
Así mismo a empresas implicadas en la producción de armas nucleares como Airbus, Honeywell International, Boeing, Safran, Peraton Rolls Royce, Leonardo y Thales.
Por su parte Caixabank se encuentra en la cuarta posición del ránking español de la Banca Armada y la militarización de fronteras, habiendo invertido entre 2020 y 2022 más de 182 millones de dólares en empresas del sector armamentista.
Desde el año 2020, CaixaBank ha adquirido 5 millones de euros en bonos de Indra, empresa que dedica alrededor del 27% de su producción a desarrollar electrónica militar, simuladores de vuelo y sistemas de tiro y de defensa electrónica que, entre otras cosas, se utilizan para la militarización de fronteras. Indra también se encarga del Sistema Integral de Vigilancia Exterior en la costa sur de España.
También ha invertido en el Grupo Eulen, empresa que gestiona los Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes de Ceuta y Melilla, donde se cometen graves violaciones a los derechos humanos como denuncian, entre otros, Amnistía Internacional. También en Accenture que desarrollando el sistema de control de fronteras de la Unión Europea, el Sistema de Coincidencia Biométrica.
Otras entidades sobre las que también ha incidido la Campaña Banca Ética son BBVA y Banco Sabadell.
Así que si tienes acciones de alguna de estas entidades o de otras de las que crees que contribuyen al desarrollo de la industria armamentística puedes informarte y contactar en: bancaarmada.org/es/
El Centro de Estudios por la Paz JM Delàs, el Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG) y SETEM son los promotores de Banca Armada, de la que también forman parte muchas organizaciones sociales y colectivos.
Finanzas éticas
Podemos ir incluso un paso más allá y optar por las Finanzas Éticas, que están sostenidas por los principios de transparencia, democracia, participación y solidaridad. De esta forma promueven la inversión y el impulso de las economías locales y buscan humanizar la economía poniendo el dinero al servicio de las personas y nunca de la máquina de la destrucción. Por eso, las finanzas éticas ofrecen herramientas financieras para promover la transformación a través de la reducción de las desigualdades y de una economía social y ambientalmente sostenible.
Concentración contra la guerra
El próximo 22 de febrero se cumplirá tres años de la guerra en Ucrania, con la invasión por parte de Rusia. Desde SETEM – Campaña Banca Armada os invitamos a participar en la concentración convocada por la plataforma Gerrarik Ez y que tendrá lugar de 12 a 12,30 en la Plaza del Castillo de Pamplona, nº 21, frente al banco Santander. Y unirnos bajo los lemas “ni guerras ni gasto militar” y “La guerra, crimen contra la humanidad” en protesta por la escalada bélica en Ucrania y Palestina.