Visita en Ecuador a las organizaciones aliadas de SETEM Hego Haizea (I): Mujeres de Frente

08/octubre/2024 | Cooperación, Noticia

Tres compañeras de SETEM Hego Haizea se encuentran en Ecuador, donde pasarán varias semanas de octubre, en un viaje de seguimiento en el que visitarán a Mujeres de Frente, Acción Ecológica, Fundación Maquita y Grupo Social FEPP.

El pasado miércoles, 2 de octubre, llegaron a Ecuador tres compañeras de SETEM Hego Haizea: Laura Marcaida Larrauri, técnica de cooperación en Chiapas (México); Maider Arnaiz Igartua, técnica de cooperación en Vitoria-Gasteiz (CAV); y Ania Sáenz de Buruaga Fernández de Gobeo, voluntaria y miembro de la junta directiva.

Laura, Maider y Ania recorrerán durante las tres primeras semanas de octubre diferentes puntos de la geografía ecuatoriana, con el objetivo de hacer un seguimiento de los proyectos de desarrollo en los que participamos junto a nuestras aliadas en Ecuador —Mujeres de Frente (del 3 al 5 de octubre), Acción Ecológica (del 7 al 9 de octubre), Fundación Maquita (del 10 al 15 de octubre) y Grupo Social FEPP (del 16 al 18 de octubre)—, visitando a estas cuatro organizaciones con las que compartimos estrategias y líneas de trabajo, y fortaleciendo nuestras relaciones con ellas.

Además, durante el fin de semana del 11 al 13 de octubre, también tendrán la oportunidad de visitar la Amazonia de la mano de Shandía – Centro Turístico Comunitario, un proyecto de la comunidad quechua local y que forma parte de la red de comercio justo de la Fundación Maquita.

En los siguientes enlaces podéis leer todas las crónicas de este viaje de seguimiento:


Primera visita: Mujeres de Frente

Entre el 3 y el 5 de octubre, de jueves a sábado, nuestras compañeras han estado en Quito, capital de Ecuador, visitando a Mujeres de Frente, la comunidad de reflexión, cooperación y cuidado entre mujeres, niños, niñas y adolescentes que sostiene La Casa de las Mujeres, un centro contracultural y feminista abierto a diversos colectivos urbanos en pleno centro de la ciudad.

Mujeres de Frente nació en 2004 como un colectivo en la cárcel de mujeres de Quito, conformado por mujeres presas, no presas y excarceladas, embarcadas en un proceso de investigación-acción feminista anti-penitenciaria. Hoy en día, alrededor de 80 mujeres cabezas de hogar componen esta comunidad diversa, que sostiene una extensa red de familias en Quito, muchas de ellas vinculadas a la prisión Regional Cotopaxi.

Durante su visita, además de compartir experiencias, estrategias y líneas de trabajo con Mujeres de Frente, con quien mantiene relaciones estables desde el año 2013, SETEM Hego Haizea ha podido conocer de primera mano y realizar un seguimiento y balance de algunos de los proyectos desarrollados en La Casa de las Mujeres: el taller de costura (apoyado por el Ayuntamiento de Basauri y SETEM Hego Haizea a través del proyecto «Construcción de tejido organizativo, trabajo justo y vidas dignas con la organización Mujeres de Frente»), la canasta comunitaria de alimentos, el servicio de catering, el Espacio de Wawas (espacio educativo y lúdico creado para redistribuir el trabajo de cuidado de menores), o la Escuela de Formación Política Feminista y Popular. Por último, las compañeras tuvieron la oportunidad de realizar un tour político por el «Quito profundo».

3 de octubre, jueves

Por la mañana nos recibió Heidy en La Casa de las Mujeres. Nos enseñó el espacio y nos habló de los proyectos y actividades que se llevan a cabo allí. Primero conocimos el comedor popular. Allí desarrollan el proyecto Canasta comunitaria de alimentos y catering. Se trata de una iniciativa productiva que tiene dos líneas de trabajo: por un lado, ofrecer comida gratuita a la gente de Mujeres de Frente y a sus niñas y niños, para dar una solución colectiva al problema del hambre; por otro lado, el servicio de catering, basado en una alimentación sana y tradicional.

Después conocimos el segundo emprendimiento productivo que tiene Mujeres de Frente: el taller de costura. Se originó en la época de la COVID, debido al aumento del precio de las mascarillas. Actualmente confeccionan prendas de diferentes tipos, tanto para el autoconsumo como para la venta. Para crear las prendas, reutilizan materiales, porque son conscientes de la contaminación que provoca la industria de la moda. Además, garantizan que el precio de las prendas sea accesible para cualquiera.

El objetivo de ambos emprendimientos es distribuir equitativamente los beneficios generados —tanto el conocimiento como el dinero— entre las personas que forman parte de Mujeres de Frente, teniendo en cuenta su situación, capacidades y necesidades.

Después nos enseñaron el Espacio de wawas y adolescentes. Este rincón nació como espacio educativo y lúdico, para que las hijas e hijos de mujeres que forman parte de Mujeres de Frente y participan en emprendimientos tengan un espacio propio. Con la creación de este espacio comenzó la relación entre Mujeres de Frente y SETEM Hego Haizea.

Por último, nos dieron a conocer el programa que supone la esencia de Mujeres de Frente: la Escuela de formación política feminista y popular. La escuela nació en 2020 como Escuela de salud comunitaria, para dar una respuesta comunitaria a los problemas y retos derivados de la pandemia de la COVID-19. La escuela cuenta con cinco programas: el primero, con mujeres que salen de prisión; el segundo, en Guayaquil, con familiares de personas encarceladas; el tercero, en Esmeraldas, junto a la organización Comadres, en defensa del derecho al aborto; el cuarto, en la cárcel de Cotopaxi; y el último, con mujeres formadas anteriormente para que las ex-alumnas se conviertan en educadoras. Gracias a la escuela, la organización se consolida impulsando los valores que la sustentan (justicia, cooperación, ética de cuidados, etc.).

Al mismo tiempo, se elaboran estrategias e instrumentos para la defensa colectiva de los derechos de las mujeres, y, además, en el programa Escuela de formadoras se refuerzan las capacidades de las mujeres para acompañar otras mujeres. Así, las mujeres se convierten en líderes de su comunidad.

4 de octubre, viernes

Al día siguiente, tuvimos el placer de reunirnos con las compañeras Heidy y Martha para conversar sobre aspectos políticos y estratégicos relativos a ambas organizaciones. Este intercambio fue realmente enriquecedor; nos permitió alinear posturas, identificar áreas de trabajo comunes y explorar oportunidades de colaboración para caminar juntas en nuestras luchas compartidas.

También aprovechamos la ocasión para dialogar sobre los avances del proyecto que Mujeres de Frente está ejecutando con fondos del Ayuntamiento de Basauri, el cual está contribuyendo al empoderamiento integral de las mujeres de su base asociativa para ejercer autonomía política, económica y organizativa, a través de la formación técnica y estratégica, el cuidado mutuo y el fortalecimiento de los vínculos comunitarios.

5 de octubre, sábado

El sábado nos llevaron a un tour político por el «Quito profundo», como lo denominan las compañeras de Mujeres de Frente. Primero, desde las altas callejuelas de las lomas del barrio de San Roque pudimos ver los pabellones abandonados del ex-penal García Moreno. Este lugar, que una vez fue el primer centro penitenciario nacional del país y cerró sus puertas en 2014, ha sido escenario de sufrimientos y resistencias que aún resuenan en la memoria colectiva. Por sus corredores pasaron muchas mujeres y familiares de la organización.

Para cerrar el recorrido, las compañeras nos llevaron a una cafetería tradicional, donde nos esperaba una sorpresa. En medio de conversaciones animadas, nos invitaron a probar el famoso chocolate de Ambato. Fue entonces cuando nos topamos con una costumbre que nos llenó de asombro: los locales sumergían trozos de queso fresco en sus tazas de chocolate caliente. Las compañeras, entre risas, no comprendían nuestra fascinación ante algo que para ellas era tan cotidiano. Fueron muchas risas compartidas y miradas de complicidad que hicieron de ese momento una anécdota preciosa que guardaremos para siempre.

Después de esos días tan intensos y llenos de aprendizaje, no podemos estar más agradecidas. Las compañeras, con una generosidad y un cariño inmenso, nos abrieron las puertas no solo de su organización, sino de sus vidas y sus historias. Las admiramos enormemente, y nos llena de ilusión pensar en todo lo que aún nos queda por caminar juntas.