Visita en Ecuador a las organizaciones aliadas de SETEM Hego Haizea (III): Fundación Maquita

11/diciembre/2024 | Cooperación, Noticia

En octubre, tres compañeras de SETEM Hego Haizea viajaron a Ecuador durante varias semanas, en un viaje de seguimiento en el que visitaron a Mujeres de Frente, Acción Ecológica, Fundación Maquita y Grupo Social FEPP. En esta tercera crónica, conoceremos más de cerca el trabajo de Fundación Maquita.

El 2 de octubre, llegaron a Ecuador tres compañeras de SETEM Hego Haizea: Laura Marcaida Larrauri, técnica de cooperación en Chiapas (México); Maider Arnaiz Igartua, técnica de cooperación en Vitoria-Gasteiz (CAV); y Ania Sáenz de Buruaga Fernández de Gobeo, voluntaria y miembro de la junta directiva.

Laura, Maider y Ania recorrieron durante las tres primeras semanas de octubre diferentes puntos de la geografía ecuatoriana, con el objetivo de hacer un seguimiento de los proyectos de desarrollo en los que participamos junto a nuestras aliadas en Ecuador —Mujeres de Frente (del 3 al 5 de octubre), Acción Ecológica (del 7 al 9 de octubre), Fundación Maquita (del 10 al 15 de octubre) y Grupo Social FEPP (del 16 al 18 de octubre)—, visitando a estas cuatro organizaciones con las que compartimos estrategias y líneas de trabajo, y fortaleciendo nuestras relaciones con ellas.

Además, durante el fin de semana del 11 al 13 de octubre, también tuvieron la oportunidad de visitar la Amazonia de la mano de Shandía – Centro Turístico Comunitario, un proyecto de la comunidad quechua local y que forma parte de la red de comercio justo de la Fundación Maquita.

En los siguientes enlaces podéis leer todas las crónicas de este viaje de seguimiento:

Tercera visita: FUNDACIÓN MAQUITA | 10, 14 y 15 de octubre

10 de octubre, jueves

Tuvimos el gusto de conocer la sede de la Fundación Maquita Cushunchic, al sur de la capital ecuatoriana. Desde el exterior, las instalaciones nos sorprendieron con un precioso mural. Dentro, nos recibieron Marina, Orquídea y Geovanny, y tuvimos la oportunidad de conversar sobre la relación entre Maquita y SETEM Hego Haizea, así como sobre el trabajo conjunto que llevamos a cabo desde 2002. Nos alegró mucho comprobar que hemos consolidado una relación basada en la confianza y en objetivos comunes. 

Después, nos dirigimos hacia el cantón Cayambe para conocer de cerca los procesos respaldados por el proyecto «Desarrollo Humano Local y DESCA desde la economía feminista social y solidaria en la parroquia rural indígena Cangahua», financiado por el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz entre los años 2020 y 2023. 

En la comunidad de Santa Marianita, visitamos una unidad de producción de bioinsumos, que productoras y productores locales emplean para mejorar la calidad de los suelos, aumentar la productividad de los cultivos y combatir plagas y enfermedades. También visitamos varias chakras agroecológicas implementadas bajo el modelo de transición agroecológica promovido por el proyecto.

Finalmente, tuvimos la oportunidad de visitar un molino de granos en la comunidad de Pitaná Alto, ubicado a 3.328 metros sobre el nivel del mar, gestionado de manera asociativa por mujeres y hombres de la comunidad y que es de gran utilidad para las familias de la zona.

14 de octubre, lunes

Salida hacia Latacunga con Orquídea

Nos dirigimos a Latacunga para reunirnos con el equipo de Maquita de la provincia de Cotopaxi. El objetivo era discutir los avances del proyecto financiado por la AECID en 2022, titulado «Mujeres indígenas Kichwa resilientes y empoderadas por una vida libre de violencia y autonomía económica en los Andes de Cotopaxi, Ecuador». El proyecto, que actualmente está en ejecución en dos parroquias, Chugchilán e Isinliví, busca el empoderamiento de las mujeres y la revalorización de la identidad kichwa, fomentar la producción agroecológica, y crear un ecosistema emprendedor que impulse la autonomía económica de mujeres y jóvenes. 

Gisela Guilcamaigua, Gabriela Casa y Marleni Pilataxi, representante de la Red de Juventud de Maquita, se unieron a nuestro viaje hacia el cantón de Sigchos. Durante el trayecto, nos compartieron su preocupación por el contexto actual de las comunidades, ya que muchas personas jóvenes están migrando debido a la falta de oportunidades, pero ellas, comprometidas, sostienen que fortalecer la base social de las comunidades es clave para generar alternativas que permitan su permanencia en el territorio.

Reunión con el GAD parroquial de Chugchilán

Ya en Chugchilán, nos reunimos con el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) parroquial, un aliado estratégico en la ejecución de las acciones del proyecto. Conversamos sobre los procesos que han apoyado en áreas como la prevención de la violencia de género, la producción agroecológica, el comercio justo, el turismo comunitario y el cofinanciamiento de iniciativas productivas. 

Marleni nos relató con detalle los avances en la prevención de la violencia de género, un tema central del proyecto. Junto con las mujeres de las comunidades, han desarrollado un Protocolo de Justicia Indígena para la prevención de la violencia de género y la resolución de conflictos, basado en las normas y principios de la justicia indígena. En este proceso se creó el Cabildo de Mujeres, un grupo de guardianas de la armonía, responsables de acompañar a las mujeres en casos de violencia. «Este proceso nos enseñó a tener amor propio», compartió Marleni con determinación. «Sin mujeres, no hay justicia indígena».

Reunión con las representantes de las comunidades de Chugchilán y visita a los emprendimientos 

Durante esta reunión, las mujeres compartieron sus experiencias y reflexionaron sobre el impacto que el proyecto ha tenido en sus vidas. Hablaron desde el corazón, cada una expresando sus vivencias y logros. Mencionaron, por ejemplo, cómo han mejorado la producción de alimentos a través de prácticas agroecológicas y cómo han aprendido a preparar nuevos platillos.

También destacaron el avance en la gestión de sus emprendimientos: «Antes no sabíamos si estábamos ganando o perdiendo». Ahora, con un ingreso económico propio, han ganado en autoestima y autovaloración. Sin embargo, mencionaron que la falta de agua para riego sigue siendo una dificultad importante. 

Luego visitamos sus granjas en las comunidades de La Moya y Guayama San Pedro, donde crían principalmente cuyes, borregos, gallinas y cultivan una gran variedad de vegetales como lechugas, acelgas y coles, entre muchos otros. Durante la visita, nos explicaron que el cuy tiene un valor simbólico y mítico profundamente arraigado en la cultura andina. Además de su uso alimenticio, el cuy es utilizado en prácticas de medicina tradicional, como las «radiografías». Este ritual consiste en frotar el cuy por el cuerpo de una persona para absorber el «mal aire» o las enfermedades. Se cree que el cuy, espiritualmente, da su vida por la persona, absorbiendo sus males. Luego, al abrir el cuy, las personas curanderas pueden identificar qué enfermedad ha extraído del cuerpo.

Al despedirnos, nos llevamos con nosotras no solo el aprendizaje sobre sus emprendimientos agroecológicos, sino también una comprensión más profunda del respeto que tienen por la vida y su capacidad para entrelazar lo espiritual con lo cotidiano.

15 de octubre, martes

Este día fue especialmente emotivo, ya que tuvimos que despedirnos de Ania, quien debía regresar a Gasteiz. Nos abrazamos con fuerza, conscientes de lo afortunadas que fuimos al compartir esta experiencia única. De hecho, queremos aprovechar este espacio para agradecerte, Ania, por haber estado con nosotras en este viaje. Ha sido una auténtica maravilla convivir contigo estas semanas, compartir no solo la aventura, sino también la complicidad, las reflexiones y el aprendizaje que solo una experiencia como esta puede brindar. Eres una persona increíble. 

Para Maider y Laura, el viaje continuaba

Reunión con el GAD parroquial de Isinliví

Amanecimos en Isinliví y, temprano en la mañana, fuimos recibidas por las personas integrantes del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) parroquial en su sede. La alianza con esta institución es fundamental para la ejecución de las acciones del proyecto en las diversas comunidades de la parroquia.

Durante nuestra reunión, conversamos sobre los desafíos y oportunidades para consolidar los objetivos del proyecto. Desde el GAD hicieron hincapié en la importancia de involucrar a las personas jóvenes, reconociendo su papel crucial en el desarrollo comunitario. También nos proporcionaron información valiosa sobre los fondos concursables, un instrumento cofinanciado por el proyecto y el GAD para iniciativas económicas lideradas por grupos organizados de mujeres y jóvenes, especialmente aquellos en situaciones de mayor vulnerabilidad. Su valoración de este instrumento fue muy positiva; ya que los grupos beneficiados por esta iniciativa han podido mejorar significativamente sus emprendimientos.

Además, expresaron su interés en expandir su trabajo a otras comunidades de la parroquia, con el objetivo de fortalecer aún más la red de apoyo y colaboración en la región. Esta apertura y deseo de crecimiento son señales alentadoras de su compromiso con el desarrollo sostenible y equitativo de Isinliví. 

Reunión con las representantes de las comunidades de Isinliví y visita a los emprendimientos 

Nos reunimos con mujeres y jóvenes de las comunidades, y fue especialmente significativa la participación de jóvenes líderes en este espacio. Ellas y ellos apuestan por quedarse y buscar oportunidades para mejorar su calidad de vida. Un claro ejemplo es Rodris, quien está impulsando un emprendimiento de producción de uvilla junto con más jóvenes. «A pesar de las dificultades, me quedo por amor al territorio», compartió. Además, son jóvenes muy conscientes del cambio climático y activistas que defienden su hogar ante las actividades extractivistas que agotan los recursos naturales y contaminan el medioambiente. Personas como Rodris representan la esperanza de estos territorios.

Para finalizar la jornada, continuamos conversando con varias mujeres en sus granjas, y, antes de irnos, nos ofrecieron una limpieza de energías con una planta típica llamada marco. Nos despedimos con un compromiso renovado de seguir trabajando juntas, fortaleciendo el tejido social de las comunidades. 

Nos gustaría finalizar mencionando que la dedicación y el compromiso del equipo de Maquita con las comunidades es admirable. A través de su trabajo, están generando cambios significativos en la vida de las mujeres y sus familias. Compartir estos días con ellas, escuchando sus historias y aprendiendo de sus conocimientos ha sido un verdadero regalo. Admiramos profundamente la labor que realizan.