Mujer, relativamente joven, de renta media, con estudios universitarios y perteneciente a alguna ONG. Tal es el perfil del consumidor de productos de comercio justo en el País valenciano, según un estudio presentado hoy por seis ONG locales y desarrollado por investigadores de la Universitat de València con la financiación de la conselleria de Solidaridad y Ciudadanía.
El estudio fue desarrollado por encargo de las organizaciones Ecosol, IO, La Tenda, Petjades, SETEM CV y Sodepau PV. Estas ONG conmemoran esta semana el Día internacional del comercio justo con diversas acciones, entre ellas un festejo multidisciplinar que se celebrará el domingo 15 de mayo en la Plaza Landete de Ruzafa. El documento compara datos entre 2000 y 2008 de esta modalidad de intercambio, alternativa al comercio convencional, que se asienta sobre principios éticos y busca la sostenibilidad económica, cultural y medioambiental.
El Director General de Inmigración y Cooperación al Desarrollo Josep Maria Felip presentó a los medios la investigación dirigida por Amat Sánchez y Enriqueta San Andrés, del Departamento de Economía Aplicada y del Departamento de Dirección de Empresas de la Universitat de València. En opinión de Felip, “la Generalitat ha incrementado cuatro veces más en fomentar el comercio justo y ha destacado que aún es poco lo que ocupa el comercio justo en la cesta del consumidor valenciano”. Y ha destacado que el Consell viene apoyando el movimiento del Comercio Justo y el consumo responsable desde 1996 a través de la financiación de múltiples proyectos y convenios y con una inversión de más de 2 millones de euros.
Día internacional del comercio justo
Según el estudio, en 2008 los valencianos gastaban 153 euros por cada mil habitantes, que en una tabla donde el 100 corresponde a la media nacional se traducen en el índice 56. Un desembolso que ha crecido respecto a años anteriores, aunque lo haya hecho menos que el PBI per cápita de la población. El documento compara datos entre 2000 y 2008 de esta modalidad de intercambio, alternativa al comercio convencional, que se asienta sobre principios éticos y busca la sostenibilidad económica, cultural y medioambiental.
Conscientes de la importancia que supone este tipo de iniciativas, como el proyecto para incentivar un consumo responsable, en los últimos años se han firmado distintos convenios con la Xarxa de Consumo Responsable de la Comunitat Valenciana, con el objetivo común de sensibilizar a la población valenciana sobre la importancia del consumo responsable como herramienta de cambio hacia un modelo más justo y sostenible y promoviendo conceptos como el de Banca Ética y Compra Pública Responsable.
En este sentido, la Conselleria de Solidaridad y Ciudadanía tiene previsto seguir fomentando acciones que fortalezcan los sectores productivos, en especial de la producción y distribución de alimentos dentro del principio de Soberanía Alimentaria, así como, fomentar la educación y sensibilización social en este sentido.
Perfil del consumidor de los productos justos
En cuanto al perfil de las personas valencianas consumidoras habituales de productos de comercio justo, la investigación señala que predominan las mujeres sobre los hombres. “El perfil tipo de la persona consumidora de productos de comercio justo en la sociedad valenciana es, por lo tanto, el de una mujer, relativamente joven, de renta media, con estudios universitarios y perteneciente a alguna ONG”, caracterizó Sánchez.
El comercio justo, definieron los organizadores de la campaña, busca, por medio de relaciones comerciales más transparentes y equilibradas, la justicia y la equidad en la producción y distribución de los bienes. Una producción respetuosa con el medio ambiente, que no discrimine entre géneros, donde la explotación infantil se encuentre erradicada. Y donde se evite la larga cadena de intermediarios que “encarecen los productos e impiden la transparencia en la información sobre el origen y la manera en que han sido producidos”.