Algunas compras menores de productos por parte de Ayuntamientos, ventas en algún colegio y Mancomunidades, y la expedición de café de comercio justo en máquinas de Universidades, entre otras actuaciones aisladas, retratan en gran parte la escasa importancia (aunque cada vez mayor en el caso de estas últimas) que las administraciones del País Valenciano le otorgan a la Compra Pública Ética.
Pero lo que más preocupa es que las Administraciones Públicas autonómicas o superiores, la red de hospitales, empresas públicas o museos no han contemplado, en los últimos años, el comercio justo en ninguna de sus compras. Y que desde el 1998 sólo se han registrado 2 pliegos de contratación mayores, con esos criterios de compra.
Esto es lo que advierte el informe “La Compra Pública Ética en el País Valenciano”, que presentaron hoy, en el Palau de Pineda, las ONGD de la Xarxa Valenciana de Consum Responsable (Ecosol, Intermón Oxfam, La Tenda de Tot el Món, Petjades, Rudraksha, SETEM CV, Sodepau). El desarrollo de este estudio se enmarca en la 2ª Fase del proyecto de sensibilización “Comerç Just, una qüestió de justicia”, subvencionado por la Conselleria de Justicia y Bienestar Social de la Generalitat Valenciana.
La CPE (que contempla al Comercio Justo como suministrador ejemplar de las administraciones) surge en España hacia finales de los 90. En el País Valenciano las primeras referencias datan de 2006.
En las actuaciones de CPE, el estudio constata la existencia de Declaraciones Institucionales a favor del Comercio Justo en 11 ayuntamientos, y actuaciones aisladas en colegios y universidades como la UJI de Castellón, la Universidad Politécnica y la Universitat de València. Respecto a estas últimas instituciones, el informe indica que “son los entes públicos que un mayor esfuerzo están realizando en CPE en el PV”.